Por Franco Albornoz
“Imagino una universidad moderna e innovadora, más democrática y transparente, inclusiva, feminista y estrechamente vinculada a las instituciones de su tiempo. La universidad pública está obligada a ser popular». La declaración de intenciones pertenece a Franco Bartolacci y fue puesta de manifiesto el pasado 6 de agosto, cuando el ex decano de la Facultad de Ciencia Política juró como flamante rector de la Universidad Nacional Rosario (UNR).
A partir de allí, el dirigente radical nacido en San Jorge y militante histórico de Franja Morada, anunció una batería de medidas para respaldar las palabras mencionadas el día de su asunción. En las últimas semanas, se pusieron en marcha varias iniciativas entre las que se encuentran la implementación del cupo laboral travesti-trans, hasta un aumento de emergencia en los montos de las becas que reciben los estudiantes, con el objetivo de morigerar las consecuencias de la crisis económica y evitar la deserción.
En un mano a mano con CLG, Bartolacci aseguró que el pasaje de la escuela media a la universidad “es un problema no resuelto en Argentina”, anticipó más proyectos para atraer a las nuevas generaciones de jóvenes a la formación superior y valoró la posibilidad de construir una agenda conjunta de trabajo con el intendente electo, Pablo Javkin. Además, habló sobre la presencia de estudiantes extranjeros en la UNR y no esquivó el debate sobre el lenguaje inclusivo.
—¿Cómo influye la crisis económica en la deserción estudiantil? ¿Cuál es la magnitud del impacto?
—Por supuesto que en un contexto tan complicado social y económico la influencia es grande. Entendemos que debe haber una gestión presente porque no queremos esperar una estadística con el hecho consumado. Realizamos anuncio excepcional donde fortalecimos las becas de nuestra universidad para contener a los estudiantes, implementamos un programa inédito para que puedan llegar a la Universidad pública los que aún no llegan. Y vamos a poner el foco en el bienestar estudiantil con el desarrollo del comedor y un área de salud, que muchas veces dejan sus estudios no solo por cuestiones económicas sino por falta de adaptación a la vida universitaria.
—¿Cuál debe ser el rol de la Universidad en este contexto y cómo se pueden atenuar los efectos de la crisis?
—Estamos haciendo lo que anunciamos cuando asumimos, construir una gestión proactiva y cercana a la comunidad, que defienda no solo a sus docentes, investigadores, estudiantes, no docentes y egresados, sino que construya un modelo de universidad más en sintonía con lo que necesitan estos nuevos tiempos. Hemos rediseñado organigrama institucional con la creación del Área de Género y Sexualidades, la primera en una Universidad nacional para cumplir con los objetivos. Creemos que en momentos difíciles como los que atravesamos la función de la universidad es acompañar a sus estudiantes, por eso tomamos decisiones especificas tendientes a garantizar su ingreso y permanencia en la Universidad. Nos reunimos con actores del sistema productivo, intendentes, presidentes comunales, y avanzamos sobre políticas académicas que requieren reformas estructurales.
—A los jóvenes les cuesta mucho la adaptación a la vida universitaria y hoy exigen nuevas demandas que la estructura tradicional de la Universidad no está preparada para ofrecer, ¿cómo se atrae a las nuevas generaciones a la educación superior?
—Hay que revisar la educación general argentina. Todavía no pudo resolver como se hace el pasaje de la escuela media a la Universidad. Tenemos un problema no resuelto y por eso construimos una propuesta para poder garantizarlo, que tiene que ver con crear nuevos trayectos de formación, y digo trayectos porque no necesariamente tienen que ser los formatos tradicionales. Por eso tenemos pensado antes de fin de año hacer anuncios con esta nueva lógica, pensando en los desafíos presentes y futuros de formación, para una sociedad y un mundo que se transformó muchísimo. También hay que trabajar en herramientas como la educación a distancia, nosotros tenemos solo una carrera en pleno 2019. Ahí tenemos mucho para crecer y en diciembre vamos a presentar la nueva plataforma de educación a distancia de la universidad y así más iniciativas que vayan en ese sentido. El eje central está puesto en una convocatoria que haremos en noviembre para discutir con los docentes cómo enseñamos, qué enseñamos y cuáles son las reformas que tenemos que hacer.
—¿Cómo se hace para lograr una verdadera interacción de la Universidad con los problemas concretos que tiene la comunidad? ¿Es posible volcar todos esos conceptos del mundo de las ideas al mundo sensible?
—Lograr eso es sustancial. Lo primero es exponer esa vocación a todos los actores y cumplir una agenda de trabajo colectiva con intendentes y presidentes comunales. Particularmente vamos a priorizar a la intendencia de Rosario a partir de la asunción de Pablo Javkin, junto a quien tenemos la gran posibilidad de poner bien en sintonía la Universidad y al municipio. También nos juntamos con todas las cámaras empresariales, organizaciones sociales, sindicatos e instituciones, a las que le manifestamos nuestra intención de aportar a las problemáticas de la ciudad. Ya tuvimos una reunión y antes de fin de año vamos a tener otra para obtener una devolución.
—¿Cuáles serán los ejes principales de trabajo con el intendente electo de Rosario?
—Tenemos una agenda amplia, abierta y que entusiasma. Con Pablo (Javkin) tenemos una gran relación, entendemos que se abre una esperanza para la ciudad con el foco puesto en avanzar en todos los temas que le importan a los rosarinos. Y en los cuales estamos seguros que la UNR puede y debe hacer un aporte.
—Hay un debate que se da fuera del ámbito universitario y que tiene que ver con la presencia de estudiantes extranjeros en la educación pública…
—Tenemos un sistema único en el mundo de educación superior que me produce mucho orgullo. Creo que nunca puede ser un problema que estudiantes extranjeros vengan a formarse nuestra Universidad, sino que debe ser una posibilidad y una gran noticia. Vamos a trabajar para que esta formación sea en condiciones de excelencia y podamos afrontar los problemas complejos con perspectiva política y social, para superar la crisis que atraviesa América Latina.
—¿Y en cuanto al lenguaje inclusivo?
—La agenda de género es prioritaria y hay que dar una discusión razonable en el marco de la Universidad, escuchando las voces de todos los actores para poder procesar una síntesis y avanzar con una resolución del Consejo Superior, similar a la que han tomado varias facultades de nuestra universidad que contemplan los usos académicos del lenguaje inclusivo.
—¿Qué significa para un militante de toda la vida poder alcanzar el máximo lugar del más alto nivel educativo?
—Para mí es un privilegio esta responsabilidad. Soy consciente de lo que implica y lo que van a tener de mi es trabajo. Voy a dar hasta la última gota de mi esfuerzo para cumplir los objetivos institucionales, que tienen que ver con consagrar viejas conquistas que levantamos durante mucho tiempo y que nos llevará más cerca de aquella Universidad que siempre soñamos.
*La UNR aplicará la Ley Micaela
El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, y la secretaria de Género y Sexualidades, Florencia Rovetto, presentaron el viernes pasado el Programa de Capacitación Ley Micaela, con «perspectiva de género y sensibilización contra las violencias sexistas». El acto contó con la participación de Néstor García y Andrea Lescano, padre y madre de Micaela, que estuvieron acompañados por la diputada nacional Lucila De Ponti. Se trata de la iniciativa a la que también adhirieron el Municipio y la provincia y que contempla la capacitación contra la violencia machista en todos los estamentos del Estado.
LEY MICAELA EN LA UNR
Gracias @YuyoGarcia65 y Andrea por convertir el dolor en lucha y esa lucha en una herramienta para hacer posible un mundo más justo y sin violencia. pic.twitter.com/VSvFu3q6DT
— Franco Bartolacci (@fbartolacci) October 25, 2019
Según indicó Bartolacci, «la implementación comenzará el 5 de noviembre y hoy la presencia de Néstor y Andrea es un honor porque asumimos el compromiso por una universidad inclusiva, plural, diversa y feminista que implica trabajar para erradicar la violencia sexista. En estos dos primeros meses de gestión tuvimos una agenda muy dinámica en estos temas y queremos revisar y transformar nuestras prácticas»