El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, justificó hoy la represión en Chile al afirmar que las protestas sociales en las calles son «actos terroristas» y reveló que tiene preparadas a las Fuerzas Armadas de su país en caso de levantamientos populares «ilegales».
Bolsonaro hizo sus comentarios durante una gira por Asia y antes de reunirse en Beijing con el presidente chino, Xi Xinping, en el marco de una evaluación sobre la situación socioeconómica y política de Sudamérica.
«Prácticamente todos los países de la región tuvieron problemas. Lo de Chile es gravísimo porque eso no es manifestación ni reivindicación. Eso son actos terroristas», dijo Bolsonaro, cuyo gobierno abiertamente se dice seguidor del modelo económico de apertura implementado en Chile por la dictadura de Augustos Pinochet (1973-1990).
Frente a la situación de los levantamientos populares en Chile y Ecuador, Bolsonaro reveló que conversó sobre un posible escenario en Brasil con el Ministerio de Defensa.
«He hablado con el Ministerio de Defensa, la tropa tiene que estar preparada porque al ser accionada por uno de los tres poderes, según el artículo 142 de la Constitución, estamos en condiciones de mantener la ley y el orden interno», afirmó el ex capitán, conocido por reivindicar la tortura durante la dictadura militar brasileña.
Bolsonaro adelantó que tuvo acceso a informes de inteligencia sobre «posibles reuniones de actos preparatorios de manifestaciones no legales», aunque no dio más detalles.
Aclaró que las manifestaciones están permitidas «respetando el derecho del prójimo».
Bolsonaro afirmó que también es «terrorismo» la contaminación de las playas de la región nordeste que ocurren hace más de 50 días con crudo cuyo origen por el momento se desconoce.
El mandatario acusó a Greenpeace de «perjudicar» a Brasil luego de que el ministro de Medio Ambiente, Eduardo Salles, señalara a esa ONG como responsable del desastre ambiental que golpea a varios paraísos turísticos y naturales del nordeste.
En China, principal socio comercial de Brasil desde 2009, Bolsonaro también adelantó que con el ministro de Economía, Paulo Guedes, planean modificar la ley laboral -cambiada en 2017- para eliminar derechos de los personas hasta 29 años y los que tienen más de 55 supuestamente para facilitar las contrataciones.
«La gente habla siempre sobre no afectar derechos, derechos, derechos…pero se olvida de los deberes. Lo que estoy sintiendo es que los trabajadores quieren menos derecho y más empleo en lugar de todos los derechos y manos desempleo», subrayó Bolsonaro.
El plan significaría en reducir los beneficios previsionales y otros aportes patronales para jóvenes hasta 29 años y trabajadores con más de 55 años «para facilitar las contrataciones».
Bolsonaro, en China, anunció el cese unilateral de la obligación de visa para los chinos en Brasil pero descartó tener en agenda el pedido de Estados Unidos para que el gigante sudamericano no adopte la Internet de quinta generación (5G) desarrollada por Huawei.
Este tema genera diferencias en el gabinete brasileño, sobre todo porque el vicepresidente Hamilton Mourao es identificado como el principal puente con Beijing contra el alineamiento presidencial y de la Cancillería con el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.