El fiscal Adrián Spelta, quien está a cargo de la investigación por la violenta balacera ocurrida este viernes por la mañana en la zona norte de la ciudad, habló con la prensa en la puerta del inmueble de Pago Largo y Agüero. Confirmó que son dos los fallecidos y que el dueño de la vivienda, un juez rosarino, se comunicó con la Fiscalía y se puso a disposición de la Justicia.
En diálogo con los medios, Spelta aseguró que por cómo se presenta la escena y la cantidad de vainas servidas encontradas, “entró más de una persona” a la casa de Pago Largo al 600, donde se produjo el ataque alrededor de las cinco de la mañana de este viernes.
Además, el funcionario judicial confirmó que los atacantes cortaron la luz antes de ingresar y rompieron con una masa la puerta principal. Agregó que son cuatro las personas que fueron lesionadas, dos de las cuales perdieron la vida.
“El que falleció en el lugar, presentaba ocho disparos, seis en la espalda y dos en el cuello”, indicó Spelta. Añadió que Sandoval llegó por sus propios medios al hospital, trasladado por “una tercera persona, no identificada”.
“En el interior de la vivienda había cuatro personas. Una de las chicas heridas estaba en la planta alta, también fue forzado el ingreso a esa habitación”, aseguró el fiscal. Al mismo tiempo contó que “la casa está rodeada de cámaras y también hay en el interior”, aunque serán cotejadas para ver qué pasó con el corte de energía.
De las vainas secuestradas en la escena, en total catorce, algunas provienen de un arma calibre 9 milímetros y otras de una calibre 22. Eso hace pensar a los investigadores que si había dos armas, lo más probable es que haya habido al menos dos personas.
Al ser consultado sobre si se hallaron estupefacientes en el lugar, Spelta lo negó. Aunque indicó que se secuestró documentación que será cotejada para ver si pertenece a los autos y las motos que estaban estacionados en el terreno.
Finalmente, el titular de la investigación aclaró que “el propietario se comunicó conmigo y se puso a disposición”. Se trata del juez Puccinelli, camarista de la ciudad.