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Crisis trasandina

Chile sigue en huelga, pero cede la violencia en las calles


Foto: Reuters

 

Chile vive el segundo día de huelga general en medio de una crisis social que no cede desde hace casi una semana. En principio, no se reportaron hechos de violencia en la madrugada santiaguina, durante la vigencia del toque de queda.

El último reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) mantiene en 18 la cantidad de muertes a causa del estallido social -cinco por disparos de bala de las fuerzas de seguridad-, 535 personas heridas -239 de ellas por armas de fuego- y 2.410 detenidos. Para este jueves se prevén nuevas movilizaciones donde se exigirá la salida de los militares de las calles y respuestas por parte del gobierno a la crisis, luego de una gigantesca movilización que el miércoles copó la zona céntrica de Santiago y se repitió en varias ciudades del país.

Organizaciones sociales anunciaron que realizarán una concentración en el paseo Bulnes, ubicado a pocos metros del Palacio gubernamental de La Moneda, en la que esperan reunir a miles de personas de una veintena de movimientos sociales que impulsan el paro. Santiago y otras nueve regiones chilenas vivieron su quinta noche consecutiva de toque de queda, con 20.000 militares y policías patrullando las calles y controlando la prohibición de circulación apoyados por helicópteros, reseñan esta mañana portales informativos de internet.

Cuatro hoteles fueron saqueados y vecinos vestidos con chalecos amarillos realizaron rondas de vigilancia en comunas periféricas para evitar robos, mientras expresaban su preocupación por la escasa presencia de policías y militares. El sistema de transportes de Santiago, Transantiago, anunció que 5.200 colectivos ya circulan esta mañana por las calles de la capital, y que 465 están en apoyo de las líneas que hacen recorridos similares a las del subte que siguen cerradas.

Télam comprobó que esta mañana se veían menos aglomeraciones en las paradas de colectivos, y que, a pesar de que hay muchos semáforos que no funcionan, el tránsito parece volver a la normalidad. También se advierte que cada día son más los ciudadanos que salen a las calles para intentar llegar a sus puestos de trabajo.

Los supermercados siguen funcionando en horario reducido y con el apoyo de carabineros y militares, que permiten el ingreso de a grupos para controlar la situación, lo que ha llevado a que se formen largas filas frente a las puertas de los centros comerciales. Lo mismo sucede con las estaciones de servicio, donde las filas siguen generando caos de tránsito en las inmediaciones. Los únicos locales comerciales que funcionan con horarios más extensos, llegando a la normalidad, son pequeños almacenes y quioscos, que son atendidos por sus propios dueños.

Todavía no hay clases en la mayoría de los colegios de la ciudad, aunque en algunos establecimientos sus docentes y administrativos se reunirán hoy para analizar la situación en los próximos días. Los gremios docentes adelantaron que probablemente, cuando se retome el dictado de clases, se incluyan jornadas de reflexión para analizar la crisis.