El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que desistió de su intención de ser embajador de su país en Estados Unidos, para lo que contaba con el beneplácito de la Casa Blanca. El asunto había sido motivo de tres meses de negociaciones en el Senado y el legislador hizo el anuncio en medio de una crisis del Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro.
Con 35 años, el mínimo de edad requerido para el cargo, y sin ninguna experiencia diplomática, el tercero de los hijos de Bolsonaro aspiraba a representar a Brasil en uno de los cargos diplomáticos más importantes del Gobierno con el aval de su padre y el del presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero tras meses de negociaciones en el Senado para obtener la aprobación de su pliego y en el marco de la crisis del PSL, la formación del jefe de Estado, el diputado anunció que decidió quedarse en el país y atender el llamado de su padre para liderar el partido.
Eduardo Bolsonaro, quien en las últimas elecciones se convirtió en el diputado más votado de la historia brasileña, con 1,84 millones de votos por el estado de Sao Paulo, comunicó su decisión en un discurso al final de la noche del martes en el pleno de la Cámara de Diputados en el que aseguró que, con su decisión, iba a «decepcionar» a quienes lo querían fuera del país y «distante de la política en Brasil».
Durante su discurso, el menor de los Bolsonaro dijo que, a pesar de las críticas y de las «diferentes interpretaciones» que se dieron a su intención de representar a Brasil ante los Estados Unidos, no le faltaba legitimidad para el cargo.
«Si un político que no consiguió elegirse fue a representar a todo el conjunto de los brasileños en el exterior, qué decir entonces sobre el diputado más votado en la historia del país. Ciertamente no me faltaría legitimidad y eso es un hecho», señaló el legislador oficialista, citado por EFE.
El caso es que su designación había causado revuelo y acusaciones de nepotismo desde el momento mismo en que su padre la hizo pública.
Su padre consideraba que tenía todas las calidades para el cargo y que además de hablar inglés y español tenía una buena relación con los hijos del presidente de Estados Unidos.
El diputado, también estaba seguro de sus habilidades para representar a Brasil en el exterior, entre ellas «su vivencia de mundo», «sus intercambios» y su experiencia «friendo hamburguesas en Estados Unidos», concretamente «en el frío de Maine».
El diputado ejercerá al menos hasta diciembre como líder en la Cámara del PSL, partido que actualmente está inmerso en una aguda crisis interna, desatada en parte por las sospechas de corrupción en la campaña y por rencillas generadas a partir del enorme protagonismo cobrado en la formación por el mismo Eduardo Bolsonaro.