A la hora de bajar de peso existen los mitos, uno de ellos es el consumo de lácteos. El pensamiento común dice que «para bajar de peso, no se deben consumir lácteos» o que se tienen que eliminar por el «alto» colesterol que contienen. La Sociedad Argentina de Nutrición lanzó su advertencia como motivo del Día Mundial de la Alimentación y recordó que las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan tres porciones de lácteos por día, preferentemente descremados, en todas las etapas de la vida.
“Toda alimentación saludable cumple con las leyes de cantidad, calidad, armonía y adecuación, lo que significa que debe ser suficiente y completa; respetar una proporción equilibrada de nutrientes y adaptarse al individuo”, explicó a Télam la nutricionista Marcela Leal, miembro de la SAN.
“Es cierto que somos los únicos mamíferos que consumimos leche después de la lactancia materna y, por ende, que consumimos leche de otra especie. Pero eso no es malo: el hombre, como ser racional, es la única especie que tiene completo dominio sobre su cadena alimentaria, y elige la leche por los amplios beneficios que ofrece para la salud”, explicó Leal y recordó que a través los lácteos se obtiene el calcio necesario para formar huesos y dientes; se mantiene la presión arterial equilibrada; los músculos adquieren fuerza y salubridad, y se mantiene un peso corporal saludable.
“La leche es una bebida única, que provee nutrientes como hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas, es decir, es un alimento completo”, destacó. “El calcio es fundamental en la formación del hueso», destacó Manuel Molina Pico, director médico de Vittal, y agregó: «Se encuentra sobre todo en la leche y sus derivados”.
Otros mitos
Silvina Tasat, también miembro de la SAN, precisó que es falso que la leche orgánica o ecológica sea mejor que la leche de vaca. “La mayoría de los estudios que comparan alimentos orgánicos con tradicionales han demostrado que no existen diferencias nutricionales y de seguridad alimentaria ente ellos. Tampoco demuestra que tengan mejor sabor que los convencionales”, aseguró.
Otro de los mitos dice que si se tiene colesterol alto, es mejor dejar de consumir lácteos: “también es falso. Varios estudios científicos demuestran que a medida que aumenta el consumo de lácteos, disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular (ACV)”, destacó Tasat.
“Tampoco es cierto que haya que dejar de consumir lácteos para bajar de peso; no se ha encontrado evidencia que asocie esas variables. Incluso, estudios epidemiológicos muestran una asociación entre el consumo de algunos lácteos y la prevención de la ganancia de peso a largo plazo”, subrayó.
Respecto de la intolerancia a la lactosa, señaló que hay en el mercado (debidamente etiquetados) productos reducidos en lactosa, tanto la leche como sus derivados (quesos y yogur).