Estados Unidos y Turquía acordaron este jueves un alto el fuego en la ofensiva turca contra las milicias kurdas en Siria, y trabajar en favor de una zona segura y en la protección de las minorías, anunció el vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
El plan incluye la retirada total de soldados de EE.UU. de la región y la entrada del Ejército Árabe Sirio, en sustitución de las milicias kurdosirias, que tendrán 5 días para replegarse.
El acuerdo incluye el establecimiento de una zona de seguridad de 32 kilómetros y el aporte de EE.UU. en la evacuación de los combatientes kurdos. Además, Washington no impondrá nuevas sanciones a Ankara y hasta dejará sin efecto las ya impuestas si el entendimiento avanza según lo pactado.
Los anuncios le correspondieron a Pence, que se erigió como mediador de la cuestión, y que fue el vocero del acuerdo, al que se llegó en una reunión de 4 horas con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Ankara, en la que participó también el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
El pacto incluye una obligación para Turquía de no emprender ninguna operación contra la ciudad kurda de Kobani, situada en la frontera sirio-turca.
Además, Turquía y Estados Unidos «colaborarán en la lucha contra el (grupo terrorista) Estado Islámico y a favor de los derechos humanos y la protección de grupos religiosos y étnicos», agregó Pence.
«Este acuerdo es posible gracias a las buenas relaciones entre los dos dirigentes», destacó Pompeo en referencia a Erdogan y su par estadounidense, Donald Trump.
«Estados Unidos está definitivamente en contra de la operación turca en Siria; lo ha dicho abiertamente Trump», reseñó el secretario de Estado.
Casi en simultáneo con la aparición de Pence ante la prensa, Trump destacó el acuerdo en un mensaje en la red Twitter: “Este acuerdo nunca podría haberse hecho hace 3 días. Genial para todos. Orgulloso de todos”, escribió.
Además, resaltó que debía existir “un amor ‘crudo’” para llegar al entendimiento, en aparente referencia a su relación con Erdogan.