Si bien la mayoría de las personas que tienen altos los niveles de colesterol son conscientes de la importancia de la alimentación para controlar esa condición, algunos cometen graves errores en sus dietas. Algunos son por desconocimiento, otros por mala información, pero todos hacen que muchos de sus esfuerzos sean en vano.
Además, los errores pueden generar diversas complicaciones y empeorar el problema. Por eso, es de vital importancia que los pacientes con colesterol alto conozcan cuáles son esos errores y por qué resultan perjudiciales.
Hay cinco errores que son considerados los más comunes. Todos los pacientes diagnosticados con colesterol alto o hipercolesterolemia deben seguir las recomendaciones alimentarias del médico. Aunque a veces implica hacer cambios drásticos en la dieta habitual, es determinante para evitar agravamientos u otras consecuencias.
Seguir una dieta apropiada no sólo se trata de comer más frutas y vegetales. Si bien algunos lo pasan por alto, hay otros cambios significativos que resultan esenciales.
Los cinco errores
- Ignorar el azúcar en la dieta
El consumo de azúcar no tiene una repercusión directa sobre los niveles de colesterol en el organismo. No obstante, los alimentos que la contienen también suelen ser ricos en grasas perjudiciales como las trans o saturadas.
Por lo tanto, ingerirlos de forma habitual puede incidir en el sobrepeso y obesidad, trastornos muy ligados con el aumento de LDL. Así mismo, el índice glucémico alto de estos eleva los niveles de glucosa en la sangre, un problema que a largo plazo puede dañar los vasos.
- Centrarse solo en los alimentos con colesterol
Algunos individuos con colesterol alto creen que la mejor forma de mejorar su alimentación es eliminando los alimentos que contienen esta sustancia en abundancia. Pues bien, aunque es una de las medidas que se deben tomar, es un error centrarse solo en dicha idea.
El colesterol es un componente graso que se obtiene tanto de algunos alimentos como de su síntesis endógena. Por ende, no es suficiente con disminuir su consumo a través de las comidas.
Además de suprimir las comidas ricas en colesterol, es primordial evitar las fuentes de grasas trans y saturadas que sobrecargan el hígado.
- Eliminar toda la grasa de la dieta
Este es quizá es uno de los errores en la dieta que más cometen los enfermos de colesterol. A pesar que disminuir al máximo las grasas, no es correcto eliminar la totalidad de los alimentos que las aportan. Más bien, se trata de elegir los de buena calidad.
Los alimentos contienen una mezcla de los distintos tipos de grasas, las saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas (omega 3 y 6). De todos estos es conveniente ingerir los que tienen un mínimo aporte de saturadas y más grasas buenas.
Las grasas saturadas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mientras que las insaturadas contribuyen a incrementar el colesterol bueno HDL para ayudar a proteger las arterias. Algunos ejemplos de grasas buenas son el aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos.
- Pasar de una dieta milagro a otra
Las dietas milagro parecen una vía rápida para restablecer los niveles de colesterol, dado que ayudan a reducir el sobrepeso. El problema con estos planes de alimentación es que son restrictivos o se limitan a solo ciertos tipos de grupos de nutrientes.
Debido a esto, muchos de los que logran resultado rápidos se enfrentan con el fracaso unas semanas después. Si bien disminuyen peso y medidas, tras volver a los hábitos alimentarios habituales todos los esfuerzos se van a la basura.
Por otro lado, una buena dieta para reducir el colesterol debe ser permanente. Si solo se mejora durante algunos días, sus niveles bajan, pero vuelven a aumentar al igual que el peso.
- Tomar las estatinas con zumo de pomelo
Las estatinas se suelen recomendar para disminuir los picos altos de colesterol. Pero el consumo de zumo de pomelo es uno de los errores en la dieta que pueden interferir en su adecuada asimilación. Aunque esta bebida es muy saludable y baja en calorías, no está recomendada en estos casos.