Un ejemplar de elefante pigmeo de Malasia, especie que se encuentra en peligro de extinción, fue encontrado muerto y sin sus colmillos en la isla de Borneo. A pesar de la gravísima situación en torno a la continuidad de estas especies, el negocio ilegal en torno a ellas en algunos países asiáticos no se detiene. El animal presentaba setenta tiros y le faltaban sus colmillos.
Malasia es uno de los escenarios donde se organizan negocios ilegales en relación al tráfico de animales exóticos y a la venta de productos exclusivos, como el marfil. Las imágenes del elefante pigmeo circulan en redes sociales desde el pasado miércoles 25 de septiembre. El cadáver del animal fue hallado flotando en el margen de un río y atado en un árbol en la región de Sabah, al norte de la isla de Borneo, por un grupo de pescadores.
Veterinarios y funcionarios realizaron una autopsia y determinaron que los disparos fueron realizados a corta distancia y con un arma semiautomática. El director del Departamento de Vida Silvestre de Sabah, Augustine Tuuga, ha asegurado que la muerte del animal fue “cruel”. Es posible que el paquidermo no haya muerto hasta que los cazadores furtivos lo ejecutaran de un tiro en la cabeza, para después quitarle los colmillos.
El organismo informó que al menos cuatro o cinco cazadores estuvieron involucrados en el asesinato y la Policía de Malasia los busca intensamente.
En peligro de extinción
El elefante pigmeo es una subespecie del elefante asiático y se caracteriza por ser la subespecie más pequeña de todas, tener unos colmillos finos y unas orejas amplias. Actualmente se encuentra en peligro de extinción, con tan solo 1.500 ejemplares cuantificados en estado salvaje.
La especie está protegida por la Ley de Conservación de la Vida Salvaje de 1997 de Malasia y cualquier persona que sea declarada culpable como autor del crimen se enfrenta a un encarcelamiento de hasta cinco años de cárcel y una multa de hasta 60.000 dólares.
Desde hace años, los elefantes también se ven amenazados por los agricultores y propietarios de plantaciones, quienes los consideran una molestia ya que destruyen sus tierras.