La pobreza afecta con más fuerza a los chicos, ya que el 52,6% de los niños estaba en esa condición en el primer semestre del año, cuando aún no se había producido la fuerte devaluación de agosto, tras las Paso.
El dato refleja que unos cinco millones de chicos menores de 14 años son pobres en la Argentina, un millón más que hace un año.
En ese rango de edad también subió fuerte la indigencia, que pasó de 8% a 13,1%.
De acuerdo con los datos del Indec del primer semestre de este año, la pobreza infantil -menores de 14 años- aumentó del 41,4% al 52,6%, y la indigencia saltó del 8 al 13,1% en sólo 12 meses.
Sobre 9.500.000 chicos de menos de 14 años, 5 millones viven en hogares pobres. De acuerdo con la estadística oficial, uno de cada 2, o 5 de cada 10 chicos, vive en hogares pobres.
De estos niños pobres, 1.200.000 viven en hogares indigentes, así definidos porque sus familias no tienen ingresos suficientes para comprar los alimentos básicos.
Son casi medio millón más que un año atrás mientras los chicos pobres se desarrollan en hogares que si bien pueden adquirir una canasta de alimentos básicos, tienen privaciones y carencias de todo tipo.
Desde la nueva medición de pobreza, a comienzos de 2016, este 52,6% supera los registros semestrales anteriores, que oscilaron entre un 39,7% (segundo semestre de 2018) y 46,8% del segundo semestre de 2018.
La mayoría de esos chicos viven en hogares sostenidos por desocupados, trabajadores formales e informales precarios, subocupados y cuentapropistas que se desempeñan en la informalidad, sin seguridad social.
Entre los que tienen de 15 a 29 años, la pobreza aumentó del 32,9 al 42,3%.
Entre 30 y 64 años, subió del 23,2 al 30,4%. Y entre los más de 65 años, de 6,9% al 10,4%.
Se descuenta que la próxima medición del Indec, que abarcará el segundo semestre de este año y que se difundirá en marzo de 2020, arrojará niveles de indigencia y de pobreza aún superiores.