El ministro de Asuntos Exteriores de Yemen hizo un llamamiento a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional para que apoyen a su país, asolado por la crisis, en su lucha por hacer frente a la «agresión terrorista a manos de las crueles milicias hutíes apoyadas por Irán».
«Mi corazón está lleno de dolor» dijo este sábado Mohamed Abdullah al-Hadrami mientras hablaba sobre la crisis actual que vive su país y lamentó que la historia de Yemen, «cuna de la civilización árabe», haya sido prácticamente destruida en los últimos años.
«Mi país ha sido destruido por terroristas que intentan alcanzar sus propios objetivos» dijo señalando a las milicias hutíes, las milicias rebeldes que se oponen a la presidencia de Abdo Rabu Mansur Hadi, el presidente reconocido por la comunidad internacional.
«Son capaces de una destrucción incalculable» denunció respecto de las milicias que cuentan con el respaldo de Irán, «el principal patrocinador del terrorismo en todo el mundo» según la visión del canciller yemení, replicada por la agencia de noticias DPA.
«La agenda expansionista» de Teherán llevó a librar guerras de poder a través de milicias como los hutíes que han destruido «todos los sueños de Yemen y su pueblo».
Por ello, Al Hadrami reclamó que la ONU redoble sus esfuerzos ya que Irán «no respeta el derecho internacional» o sus obligaciones como Estado miembro de ese organismo y destacó que las «armas militares en esta región árabe representan una seria amenaza para nuestra seguridad nacional».
La guerra del Yemen estalló a finales de 2014 cuando los hutíes tomaron Sanaá y expulsaron al presidente Hadi, reconocido internacionalmente.
El conflicto tomó una nueva dimensión a principios de 2015 por la implicación de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos al frente de la coalición árabe que respalda al Gobierno de Hadi, lo que recrudeció el conflicto llevándolo a ser el escenario de la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU.