Ser espía, ¿una salida para la desocupación? Con 2,5 millones de personas sin empleo, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) «ofrece oportunidades laborales«, por lo que la posibilidad de integrar el organismo espía parecería ser más sencilla de lo que cualquiera imagina.
El mundo de los espías es, obviamente, secreto, de difícil acceso y peligroso. Pero en medio de la crisis, que tiene al 10,6% de la población sumida en la desocupación, podría convertirse en una opción laboral.
A pesar de lo que cualquiera podría imaginar, la AFI explicita en su propia página oficial que «ofrece oportunidades laborales para desarrollar una carrera profesional al servicio de la Nación».
«Dependiendo de las necesidades operacionales y administrativas del organismo, se brinda entrenamiento y capacitación en múltiples disciplinas. En la Agencia Federal de Inteligencia se necesita la más amplia variedad de perfiles profesionales y/o académicos como por ejemplo: lingüistas, ingenieros, analistas de sistemas, economistas, abogados y criptólogos, entre otros», precisa el portal del organismo conducido por Gustavo Arribas.
El perfil al que apunta la AFI es «personas talentosas, dinámicas, diversas, responsables, con espíritu de equipo y que tengan no sólo habilidades profesionales sino también sociales«.
«Si creés que tu perfil se adapta a estas características, es probable que luego de atravesar el proceso de selección tengas un lugar en la Agencia», agrega el organismo.
La «solicitud de empleo» para ingresar a la AFI busca obtener los datos personales, de educación y la historia laboral de los postulantes, así como también pregunta el «objetivo laboral»: «¿En qué tareas considera que puede contribuir dentro de la Agencia Federal de Inteligencia?», deben responder los interesados en sumarse al mundo del espionaje.
En caso de superar las distintas instancias, los postulantes deberán capacitarse en la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI), que dicta los cursos de ingreso a la AFI.