Game of Thrones se despidió de la televisión a lo grande, con 12 estuatillas Emmy, incluida la de mejor drama, aunque en la edición de este domingo la gran sorpresa la dio Fleabag.
A diferencia de esta oscura comedia británica de Phoebe Waller- Bridge, que ganó mejor comedia, el triunfo de Game of Thrones estaba más que previsto, con todo y el enfado que causó entre muchos fanáticos su final.
«Estos últimos 10 años han sido los mejores de nuestras vidas, para todos los que trabajaron con nosotros en esto, no puedo creer que terminamos, no puedo creer que lo que hicimos todos juntos se acabó. Nunca volveremos a ver algo así», dijo David Benioff, uno de los creadores de la ya legendaria serie junto a DB Weiss.
La fantasía épica y sanguinaria de HBO sobre familias nobles peleando por el Trono de Hierro se llevó 10 premios en las categorías técnicas, entregadas el fin de semana pasado, y para Peter Dinklage como mejor actor de reparto por su papel del locuaz e inteligente Tyrion Lannister.
«Me considero tan afortunado de integrar una comunidad que no es más que tolerancia y diversidad… porque en ningún otro lugar podría estar parado en un escenario como este», dijo Dinklage.
«GOT» ya había ganado 12 estatuillas, un récord para un programa dramático en una misma edición, en otras dos oportunidades. En total ganó 59 en ocho temporadas.
Se hizo historia además con Billy Porter convertido en el primer hombre negro abiertamente gay en ganar un Emmy como actor principal en una serie dramática.
«Como artistas somos quienes conseguimos cambiar la estructura molecular de los corazones y las mentes de las personas que viven en este planeta», dijo al recibir su premio.
«Ozark», de Netflix, tuvo dos triunfos: Jason Bateman como director y Julia Garner, que competía como actriz de reparto contra cuatro integrantes del elenco de «GOT».
HBO falló por poco en su búsqueda de la triada perfecta de mejor drama-comedia-miniserie. Ganó con GOT y Chernobyl, sobre el desastre nuclear soviético en 1986. Sin embargo, se quedó corta en la comedia tras la caída de la sátira política «Veep», a la que se impuso «Fleabag», de BBC America y que también terminó este año.
«Fleabag comenzó como un monólogo en el festival de Edimburgo en 2014, ha sido absolutamente loco», celebró Waller-Bridge, que ganó como mejor guionista y actriz principal, por encima de Julia Louis-Dreyfus, la protagonista de «Veep» y ocho veces ganadora del Emmy.
«Es realmente maravilloso saber que una mujer sucia, pervertida y enfadada puede llegar a los Emmys», añadió la creadora, que el año pasado se fue sin premios.
«The Marvelous Mrs. Maisel», sobre una ama de casa de los años 50 que termina convertida en comediante de stand-up, se llevó los dos primeros premios de la noche: actor y actriz de reparto para Tony Shalhoub y Alex Borstein, quien también ganó el año pasado.
«Quiero dedicar esto a la fuerza de una mujer (…) a todas las mujeres del elenco y del equipo, a mi madre, a mi abuela, que son inmigrantes, sobrevivientes del Holocausto», dijo Borstein.