Al menos 21 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron en un bombardeo contra una boda en el norte de Yemen, el tercer ataque contra civiles cometido desde el fin de semana por la coalición encabezada por Arabia Saudita, informaron hoy autoridades.
Videos con imágenes horrorosas del lugar del bombardeo circularon profusamente por Internet y las redes sociales, incluyendo uno en el que se ven restos humanos desparramados y a un chico vestido que abraza, llorando, el cadáver de un hombre.
Yemen es escenario de una sangrienta guerra en la que rebeldes chiitas, conocidos como hutíes, se enfrentan contra el Ejército yemení desde 2014.
Una coalición de países musulmanes sunnitas liderada por Arabia Saudita intervino a favor del gobierno y en contra de los hutíes en marzo de 2015.
Hoy, los insurgentes anunciaron que el funcionario que hacía las veces de jefe de Estado de los territorios que controlan en Yemen murió la semana pasada en un bombardeo de la coalición saudita.
En un comunicado, los hutíes dijeron que Saleh al Samad, quien era presidente del Consejo Supremo Político del grupo, fue «martirizado» el jueves pasado en la provincia oriental de Al Hudeida.
«Responsabilizamos a Arabia Saudita y a Estados Unidos de este crimen y de todas sus consecuencias. Este asesinato no quedará sin castigo», señaló Abdelmalek al Huti, el líder de los rebeldes.
Al Huti dijo que Samad fue muerto en una ruta junto a seis compañeros luego de mantener una reunión con funcionarios locales.
El Consejo Supremo designó a Mahdy Mohamed Husein al Mashat como sucesor de Samad, anunció la agencia de noticias, Saba, controlada por los rebeldes.
El conflicto ha devastado Yemen y ha sido calificado de por la ONU como «la mayor catástrofe humanitaria del mundo». Más de 10.000 personas han muerto por los bombardeos y combates, entre ellas más de 5.000 civiles, según la ONU y otras fuentes.
Luego del ataque a la boda, que ocurrió anoche en el poblado de Al Raqa, en la zona de Beni Qais, el novio y alrededor de otras 50 personas fueron trasladados a un hospital con heridas de distinta consideración, dijeron fuentes médicas.
La novia fue una de los muertos, dijo Khaled al-Nadhri, jefe de los servicios médicos públicos de la norteña provincia de Hajja, informó la cadena CNN.
Ali Nasser al-Azib, subdirector del hospital, dijo que 30 chicos figuraban entre los heridos, algunos de ellos en situación crítica, con heridas por esquirlas y miembros amputados.
Se trató del tercer ataque aéreo letal en Yemen desde el fin de semana.
También anoche, una familia entera de cinco miembros murió en un bombardeo contra su vivienda en otra región de Hajja, dijo al-Nadhri.
El sábado, al menos 20 civiles murieron cuando un avión de la coalición atacó un colectivo lleno de pasajeros en el oeste de Yemen, cerca de la ciudad de Taiz, que es escenario de combates desde hace tres años.
Irán, la mayor potencia musulmana chiita, apoya políticamente a los rebeldes hutíes y ha calificado de «genocidio» la campaña de ataques aéreos liderada por su mayor rival en el mundo islámico, Arabia Saudita.
Sin embargo, Teherán niega las acusaciones de Arabia Saudita y Estados Unidos de suministrar armas a los rebeldes, y especialmente cohetes, varios de los cuales han sido lanzados por los hutíes hacia territorio saudita, incluyendo contra Riad, la capital.
De hecho, Salmad, en un discurso a principios de mes, había calificado el 2018 de «año de la excelencia balística», en referencia a los misiles balísticos que el grupo arrojó a través de su frontera norte.
La mayoría de los misiles fueron interceptados por las defensas antiaéreas sauditas.
El ex presidente del Consejo Supremo era uno de los funcionarios más poderosos del movimiento hutí y el segundo más buscado, de una lista de 40 individuos, por la alianza de países sunnitas.
Los hutíes controlan amplias zonas del país, incluyendo la capital, Sanaá.
La caída de Sanaá en manos insurgentes provocó la huida del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, quien se exilió en Arabia Saudita y a quien la coalición busca restablecer en el poder.
Las fuerzas gubernamentales se están dirigiendo actualmente hacia el puerto de Al Hudeida, el principal que controlan los hutíes.
Según la alianza encabezada por Arabia Saudita, los hutíes reciben armas de Irán a través de ese puerto.