Por Mario Luzuriaga
La escritora Florencia Canale estuvo en la ciudad presentando su nueva novela «La Vengadora». La misma trata la historia de Damasita Boedo, una joven de la alta sociedad salteña que emprenderá una venganza contra el general Juan Lavalle, pero a su vez habrá una historia de pasión de por medio.
Canale dialogó con CLG acerca de su nuevo libro y también reveló su gusto por la historia argentina.
—Sos una apasionada de la historia argentina, pero ¿cuál es tu relación con Remedios de Escalada?
—Soy descendiente de Remedios de Escalada, soy sobrina en sexta generación, y ella es la artífice de que yo empiece a escribir. Mi primera novela, «Pasión y traición», tiene que ver con San Martín y Remedios de Escalada. Esa historia me dio permiso para seguir escribiendo.
—Remedios de Escalada es un personaje que no se conoce mucho, pero fue muy importante.
—La verdad que sí. En general la historia, quienes fueron a la guerra, los que tuvieron los ideales para construir una Nación eran los varones. Remedios era una joven de la sociedad porteña, que tuvo la «suerte» de casarse con José de San Martín; un tipo que llegaba a Buenos Aires y que despertaba todo tipo de resquemores. No fue un tipo muy bienvenido que ella haya logrado casarse con ese hombre, fue una hazaña bastante especial. El no era su candidato, ya que habían elegido otro hombre para casarse, pero quedó prendada a José de San Martín.
— ¿Dejó de lado todo ese «patriarcado» para tomar su propia decisión?
—Los matrimonios en esa época eran arreglados, eran los padres los que elegían al candidato y las hijas acataban el mandato. Por supuesto hubo algunas que cuestionarion eso y algunas llevaron adelante esa elección. Pepa Ezcurra había querido casarse con Manuel Belgrano y la casaron con un primo. Remedios se casó con San Martín y a su madre eso le pareció un despropósito.
—Pero luego se convirtió en uno de los libertadores de América.
—Realmente fue el Padre de la Patria, pero para Remedios fue un matrimonio complicado. No eran fáciles estos matrimonios con guerreros de esta magnitud. Eran hombres que se iban y quizás nunca más regresaban, o cuando volvían seguramente no cumplían esos ideales románticos que tenían estas mujeres.
—Pasando a tu nuevo libro, «La Vengadora», ya tenemos una premisa de lo que se podrá leer.
—Ya el título te remite que algo funesto sucederá. Damasita Boedo, la protagonista, fue una chica de la sociedad salteña que por supuesto no acató a los cánones de su época. Ella fue huérfana de muy chica y criada por sus tías, con hermanos que suplían la figura paterna y la muerte de su hermano, Mariano que era un soldado federal. Esto desencadenó casi una tragedia criolla, de jurar venganza, de enamorarse del objeto de su venganza, la pasión y la locura. Lavalle, el antagonista, también estaba bastante desequilibrado en sus últimos días, por supuesto tenía el cuerpo herido y enfermo. Damasita llega con un plan, pero se desvanece porque conoce la pasión y todo se complica.
—Sos una apasionada de la Historia Argentina y viendo tus novelas, conforman un gran material para crear series o películas.
—Sí, totalmente. Nuestro siglo XIX está plagado de épicas, epopeyas, de héroes románticos y de heroínas que fueron de carne y hueso, que llevaron a cabo sus luchas territoriales, amorosas o batallas entre sábanas. Está en nuestro ADN y de ahí venimos. Me parece que nuestra historia se merece una plataforma audiovisual y se podrían convertir en películas y series.