El papa Francisco expresó hoy su “dolor y vergüenza” por los abusos a
menores de parte de curas y pidió “que no se vuelva a repetir el daño
irreparable” que provocaron miembros de la Iglesia a niños de ese país, en
las primeras palabras sobre casos de pedofilia en el país trasandino que
brinda desde que asumió como Obispo de Roma.
“Aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante
el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”,
planteó el pontífice en el primer discurso de su gira, en el Palacio de la
Moneda, ante la presidenta Michelle Bachelet y el mandatario electo
Sebastián Piñera, que asumirá el próximo 11 de marzo.
El Papa aseguró sobre los abusos a menores denunciados en Chile: “Me quiero
unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar
con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de
empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, tras lo cual fue aplaudido por
las 700 personas que lo escuchaban.
Así, Francisco hizo frente en su primer discurso en Chile a uno de los
puntos más problemáticos de la visita, con las primeras palabras de ese
tenor que pronuncia como Papa sobre el caso en el país trasandino, en medio
de manifestaciones de laicos en los días previos, demandando un pedido de
perdón de la Iglesia.
“¿Cómo está, pudo descansar?”, lo había recibido Bachelet a las 8.20
locales en la Plaza de la Constitución, de frente al emblemático Palacio de
la Moneda, el edificio en el que murió Salvador Allende en 1973.
“Perfecto”, le respondió el pontífice.
Durante sus palabras, Bachelet recordó luego la mediación de Juan Pablo II
a través del cardenal Antonio Samoré “que evitó una guerra absurda” en 1978
durante el conflicto del Beagle con Argentina.
En Chile, el desgaste de la Iglesia por el escándalo del “caso Karadima” en
2010 es una de las causas para que la imagen positiva del pontífice sea la
más baja de la región, con un 5.3 sobre 10, según la medición que divulgó
en noviembre último la consultora Latinobarómetro.
Karadima, de 87 años, fue declarado culpable de una serie de abusos primero
por la Santa Sede, que lo condenó a “una vida de oración y penitencia”, en
un proceso canónico que permitió reabrir la causa civil que estaba
paralizada por falta de pruebas, mientras la justicia penal lo halló
culpable pero no pudo condenarlo por prescripción de los delitos.
El caso Karadima puso a la luz la problemática de los abusos porque entre
sus discípulos figura Juan Barros, designado por Francisco en marzo de 2015
obispo de la sureña ciudad de Osorno, donde hasta hoy es rechazado por una
parte de la feligresía, que lo acusa de haber encubierto los abusos de su
mentor.
Durante su primer discurso, del que participó el subsecretario de Culto de
Argentina, Alfredo Abriani, enviado del gobierno de Mauricio Macri, Jorge
Bergoglio también tuvo palabras de fuerte apoyo para los pueblos
originarios, en el contexto de un viaje en el que mañana almorzará con un
grupo de mapuches en la sureña Temuco.
Así, demandó escuchar “a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados
y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no
se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación”.
Francisco convocó a una resistencia “ante el avance del paradigma
tecnocrático que privilegia la irrupción del poder económico en contra de
los ecosistemas naturales y, por lo tanto, del bien común de nuestros
pueblos”.
“La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos
podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la
espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean”, planteó en esa
dirección.
“Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la
concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud
sapiencial frente al futuro”, exhortó, tras citar a la escritora y
diplomática chilena Gabriela Mistral.
El Papa agradeció a la “querida tierra chilena” que lo hospedó en su
juventud mientras se formaba en una casa jesuita, y reconoció la presencia
de Piñera, invitado en su calidad de ex presidente (2010-2014), con quien
el Obispo de Roma tuvo un cordial apretón de manos.
“Saludo al Presidente electo aquí presente, señor Sebastián Piñera
Echenique, que ha recibido recientemente el mandato del pueblo chileno de
gobernar los destinos del País los próximos cuatro años”, destacó antes de
iniciar un encuentro privado con Bachelet en el salón azul de la Moneda.
Bergoglio llegó en la tarde de ayer a Chile en un viaje con la mira puesta
en enfervorizar al 74% de católicos de su población.
Mientras el diario El Mercurio destacó en su edición impresa de hoy que
“Chile recibió con alegría al papa Francisco”, el matutino La Tercera
mencionó la presencia de “Un papa otra vez en Chile, 30 años después”, en
referencia a la visita de san Juan Pablo II en 1987.