La réplica del juez a las palabras del ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro no se hicieron esperar. Las críticas que deslizó el ministro de Seguridad santafesino contra el Poder Judicial provocaron el enojo del Poder Judicial. Ni bien se publicaron las declaraciones en las que disparaba munición gruesa contra el sistema de feria judicial y las salidas transitorias de detenidos para las fiestas, comenzaron a llover las réplicas de los magistrados.
Uno de los primeros en responderle fue el juez Luis María Caterina, quien le aseguró al diario La Capital que “reducir el tema de la seguridad a la feria judicial es desviar el foco del problema” y aclaró que la actividad en los Tribunales “no desaparece durante enero, la Justicia sigue trabajando y lo hace todos los días”.
“Es una cuestión que se puede discutir si es la mejor forma o no de trabajar, se puede mejorar, todo es perfectible y no es una cuestión de principio republicano ni mucho menos”, señaló Caterina, quien explicó que el receso de verano tal y como está estipulado hoy está contemplado en la ley orgánica y hace mucho tiempo que está en funcionamiento”.
“Los problemas de seguridad barriales, que no son del Poder Judicial. Nosotros asumimos la parte de responsabilidad que tenemos como Poder Judicial en la conformación de la política criminal del Estado, pero que los muertos aparezcan en las calles no es un problema del Poder Judicial”, insistió Caterina, quien ya ha defendido la administradión de Justicia de los embates del Ejecutivo.
“Nosotros asumimos la parte de responsabilidad que tenemos como Poder Judicial en la conformación de la política criminal del Estado, pero que los muertos aparezcan en las calles no es un problema del Poder Judicial”, enfatizó el magistrado, y añadió: “El Poder Judicial no desapareció durante enero, se redujo porque hay un sistema de funcionamiento determinado”.
Finalmente, afirmó: “Hay un problema de seguridad que excede inclusive el marco policial, si tomamos el problema solamente como un problema judicial y policial estamos errando. Hay un problema de ordenamiento territorial, de vivienda, de escolarización, de consumo problemático de sustancias y todo eso se potencia, la situación económica, la pauperización. Si pensamos que se va a solucionar solamente con persecución penal estamos errando”.