En los jugadores que se forman desde temprana edad tanto en Rosario Central como en Newell’s, el clásico se vuelve una verdadera pasión. Desde chicos, esperan ese fin de semana en cada temporada para dejar todo en la cancha ante su máximo rival. Se dice que surge ese «plus» y a medida que van creciendo y avanzando de categoría, adquieren experiencia para saber cómo controlar las emociones en cada encuentro clave.
Es sabido, y hay numerosos ejemplos, de que tener un equipo con jugadores de la «cantera» no te asegura la victoria cuando el choque pasa a ser en la Primera División. Pero, a su vez, son conocidos los casos de futbolistas nacidos en la ciudad que cuando se medían ante la casaca rojinegra o la auriazul, rendían por encima de su promedio. Y muchos técnicos históricos que dejaron su sello en la contienda deportiva más importante de Rosario le daban gran importancia a este factor, como Miguel Ángel Russo y Jorge Castelli.
Difícilmente eso suceda este domingo, cuando el Canalla y la Lepra se vuelvan a ver las caras por la sexta fecha de la Superliga, en medio de una situación apremiante para ambos por la flaqueza de sus promedios. Si Diego Cocca y Frank Kudelka -dos entrenadores que debutan en el clásico y son ajenos a la idiosincrasia de sus clubes- disponen las mismas formaciones que vienen ensayando en los entrenamientos, sólo habrá 5 de 22 futbolistas surgidos de las divisiones inferiores de cada club.
El arquero Jeremías Ledesma sería el único representante del semillero de Central, mientras que Newell’s tendrá una cuota mayor de jugadores autóctonos, ya que además de Jerónimo Cacciabue, serán de la partida los tres primos Rodríguez: Maxi, Denis y Alexis.
El número es escaso, pero no llamativo. En las últimas temporadas fueron pocos los juveniles que lograron destacarse para irrumpir en Primera, pero aun menos los que lograron asentarse y ganarse un puesto con continuidad entre los once, lo que deja expuesto el flojo trabajo en esa área de las actuales comisiones directivas.
También es cierto que para los últimos entrenadores que pasaron por cada institución las inferiores nunca fueron prioridad. Ante las situaciones desfavorables que vienen arrastrando ambos equipos, decidieron inclinarse por jugadores con mayor «experiencia». Y el reciente mercado de pases del Canalla refleja esto.
Cuando comience a rodar la pelota poco importarán las estadísticas y las exigencias de los hinchas serán iguales para todos, pero flotará en el ambiente la sensación de que falta algo: ese factor extra que otorga el sentimiento de ser hincha y tener la oportunidad única de representar a tu equipo en el clásico que paraliza a más de un millón de corazones.