El director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, consideró hoy que el Gobierno fue «muy optimista» al prometer bajar la inflación a un dígito en cuatro años y alertó que «es difícil» alcanzar esa meta.
Werner dijo que bajar la inflación a niveles de un dígito «lleva tiempo y es difícil», y que las metas originales del Gobierno eran muy optimistas.
Sostuvo que llevar la inflación de 40% a un dígito «ha tomado tiempo en la región» y recordó que México tardó seis años y Colombia quizá un poco más.
«Tratar de llegar a un dígito en cuatros años era muy optimista. Es difícil», apuntó Werner, endeclaraciones a la prensa.
Agregó que los procesos de desinflación en México, Colombia y Chile «presentaron elementos inerciales importantes, y en ese sentido las metas originales que había planteado el Gobierno eran ambiciosas».
«Lo importante es que la tendencia y la dirección se mantenga», agregó el funcionario del FMI que prevé para este año un crecimiento del 2%, y una inflación del 19,3 por ciento, superior a la meta oficial del gobierno del 15%.
Al preguntarle si la dificultad para bajar la inflación era un efecto colateral del gradualismo, Werner señaló que «en países que han avanzado con consolidaciones fiscales tal vez más rápido, también hemos visto rezagos importantes».
«El gradualismo se presenta a la Argentina como una opción en un contexto de mercados internacionales de capital muy diferentes al que enfrentó México después de la crisis del Tequila para bajar la inflación» añadió el director del FMI.