La noticia recorrió todos los celulares de la ciudad el día sábado y a más de un rosarino se le dibujó una sonrisa en la cara: fue la jornada en la que el pequeño Benjamín Biñale, el niño de 8 años que recibió un balazo en la cabeza el pasado 17 de agosto cuando estaba por jugar un partido en Pablo VI, fue dado de alta en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
A partir de ese momento todo es alegría para la familia de Benja, que ahora intentará volver, de a poco, a su vida normal. Sin embargo, todo será con cautela: en cinco meses lo deben volver a operar. Le falta un pedazo de cráneo y la intervención será para volver a colocárselo.
¿Qué hizo Benja desde el sábado? Jugó a la Play Station, comió asado y jugó con su perro. “Hay que ir de a poco”, contó Javier, su padre, en declaraciones formuladas a Radio 2.
Benjamín no puede dormir con la cabeza apoyada de ese lado “por el riesgo” de que se corra la bala que tiene alojada en la cabeza y que quedará allí. “Está bien, de buen ánimo, quiere hacer todo junto, pero hay que ir de a poco”, sostuvo su padre.