Por Diego Carballido
Corría el año 1949 cuando en un pequeño poblado de Austria, de nombre Imst, a Hermann Gmeiner se le ocurrió comenzar a darle asilo a todos aquellos niños y niñas que habían quedado desamparados, y sin su familia, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. La idea tuvo tal grado de aceptación que rápidamente se empezó a propagar por el resto de Europa. Estos espacios comenzaron a recibir el nombre de Aldeas Infantiles.
En la actualidad, es una ONG que tiene espacios de trabajo en más de 134 países. En Argentina, hace 37 años que tiene presencia en distintas ciudades y desde el año 2009 que se encuentra trabajando en distintos barrios de Rosario. “Existen otras filiales en Oberá, Mar del Plata, Córdoba capital y Luján” detalla Melina Arrieta, la responsable local de Aldeas Infantiles, en diálogo Con la Gente. «En Rosario, comenzamos un convenio junto con la Municipalidad para brindar servicios a niños y niñas, fundamentalmente del Distrito Oeste. Ya que, en ese momento, era la zona que tenía mayor índice de vulneración hacia los chicos”.
Aldeas Infantiles se enfoca, principalmente, en el trabajo con aquellos chicos de barrios carenciados que, de alguna manera, están viendo vulnerada su infancia por problemas familiares o de su entorno. Según explica Melina: «Nuestra organización trabaja con aquellos niños y niñas que han perdido el cuidado familiar o que están en riesgo de perderlo. Fundamentalmente, se trabaja en el fortalecimiento familiar y el desarrollo comunitario. Se intenta prevenir la pérdida del cuidado familiar y promover que los niños y las niñas crezcan en un entorno protector y seguro. Cuando hablamos de familia, no nos reducimos al tipo tradicional, sino que también trabajamos con la familia ampliada, extensa y diversa. »
Presencia en los barrios
Si bien, en un comienzo, la tarea de Aldea transcurría en la zona oeste, hoy en día, las distintas realidades obligaron a la ONG a tener que hacerse presentes en otros lugares de la ciudad. «Como nuestro trabajo está enfocado en lo preventivo, la modalidad que tenemos es de espacios de cuidados diarios. Hay uno en el barrio de la Vía Honda y otro en Avellaneda Oeste. Son espacios cedidos por la comunidad, uno pertenece a la vecinal de Avellaneda y el otro a Mercedes Acevedo, una referente barrial que nos cede parte de su vivienda. Allí, recibimos a niños y niñas de 0 a 6 años en dos turnos, mañana y tarde, de lunes a viernes. A los asistentes se les brinda una instancia pedagógica no formal, porque promovemos el derecho que tienen a la educación, por lo tanto, pueden asistir al espacio de cuidado diario a contra turno de la escuela” explica Melina y agrega: “Al cuidado de ellos están las mujeres de la comunidad, pueden ser varones pero en Rosario todavía no hay, y se las denomina mamás comunitarias. Son las que les preparan el desayuno, almuerzo y merienda, porque tratamos también de hacer un fortalecimiento desde lo nutricional. En paralelo, desde que ingresan al programa, el equipo técnico de nuestra organización hace un fuerte acompañamiento a estas familias desarrollando un plan para ver en qué los podemos ayudar. Intentado lograr que los niños gocen de todos sus derechos y no tengan que ser separados de sus familias».
El equipo técnico de Aldeas Infantiles está conformado por técnicas en niñez y familia, musicoterapeutas, trabajadores sociales y psicopedagogos, entre otros profesionales, que conforman un total de 24 personas abocadas al trabajo diario con los chicos en los centros comunitarios de cuidado diario.
A la hora de pensar en las principales problemáticas que reciben los distintos espacios, Melina afirma: «Nuestro diagnostico coincide mucho con la información que arroja la SENNAF -Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia-, y en más del 50% de los casos que recibimos prima la violencia y el maltrato físico y emocional. Después, también están aquellos que sus padres los han abandonado y en una menor proporción, pero no por eso menos significativa, está el problema del abuso sexual hacia niñas, niños y jóvenes».
Las donaciones como base del proyecto
Aldeas Infantiles, en Rosario, no se circunscribe a los espacios de cuidados diarios, sino que también trabaja en conjunto con la Municipalidad y la Dirección Provincial de Niñez dentro del hospital Víctor J. Vilela con aquellos niños y niñas que están sufriendo algún problema en su salud y no tienen a nadie de su entorno familiar que los pueda cuidar. Desarrollaron un sistema de “cuidadoras y cuidadores infantiles” que viene teniendo muy buenos resultados.
También, sus equipos de profesionales realizan capacitaciones a los trabajadores de los CAF –Centro de Acción Familiar- dependientes del Ministerios de Desarrollo Social de la Provincia. En uno de ellos, el CAF Nº2, Aldeas tienen montado una biblioteca digital que funciona como un centro de innovación tecnológica para el barrio. Con respecto a esto, Melina pone en aviso que: “En el barrio Cerámica pronto habrá otro centro de innovación tecnológica. Allí, estamos trabajando junto al plan Abre y al Ministerios de Salud de la provincia que nos cede un edificio”.
«El mayor sostenimiento de nuestro trabajo tiene que ver con los donantes individuales mensuales. Aquellas personas que entregan lo que pueden a la organización. Como tenemos muchos mecanismos de transparencia de las donaciones, obtenemos la confianza plena de nuestros contribuyentes, quienes reciben informes mensuales de nuestra tarea. A su vez, tenemos articulación con el gobierno provincial, a través de subsidios gubernamentales, y estamos relacionados con la responsabilidad social empresarial que también es muy importante».
Para donaciones: https://www.aldeasinfantiles.org.ar/como-colaborar