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Día de la historieta argentina: inolvidables tiras, personajes y autores


 

Por Mario Luzuriaga

Mucha gente e inclusive este redactor comenzó a leer gracias a las historietas. Y aunque hoy están de moda de nuevo gracias a los súper héroes que acaparan el cine, las mismas están repletas de inolvidables tiras, personajes y autores que dejaron su huella en el país.

En Argentina se hizo una gran escuela de dibujantes, cuyos grandes exponentes luego trabajaron para las grandes compañías. Pero no hay que olvidar que estos alumnos, luego se convirtieron en maestros, y dejaron su marca en otros que están vigentes en la actualidad.

Nadie se puede olvidar de «Patoruzú», «Don Fulgencio» o «Inodoro Pereyra», entre otros tantos. Pero fue clave la aparición de la revista «Hora Cero», que dentro de su publicación se encontraban historia increíbles como «Ticonderoga», «Ernie Pike», «El sargento Kirk» y obviamente, «El Eternauta», todas creaciones de Héctor Germán Oesterheld.

Es por este gran autor que se decidió que el 4 de septiembre sea declarado como el «Día de la Historieta Argentina», debido a la publicación del primer número de esa revista.

Sería muy injusto nombrar solo a Oesterheld, ya que tendríamos a hablar de genios como Hugo Pratt, Alberto Breccia, Carlos Trillo, Quino, Caloi, el Negro Fontanarrosa y muchos más que hicieron poner en lo más alto, el legado de la historieta nacional.

Desde CLG dialogamos con especialistas en la materia que cuentan sus experiencias al respecto.

El dibujante rosarino Diego Fiorucci puntualizó que se acercó a ese género gracias a su padre, pero que se interesó más de grande su pasión por las historieta. «Mi lectura empezó con «Patoruzito, no tenía idea quien estaba detrás. Y más tarde me gustó mucho lo de Editorial Columba con «El Tony» y » D’Artagnan» en la década del 70″. Comentó que durante esa década se dejó de publicar historieta de afuera, para tener una pequeña industria.

«Hoy se puede festejar este día, pero hay que ser claro de que la industria de historieta nacional ya no existe», afirmó Fiorucci. Pero ve un horizonte en el mercado de la autoedición, donde los propios artistas se toman el trabajo de editar su propio material.

Por su parte, la ilustradora rosarina Flor Balestra comentó que su primer contacto con la historieta en sí fue «La pequeña Lulú», pero sin dudas, fue Mafalda quien tuvo incidencia en su formación. «Mafalda me marcó la vida y también Susanita. Ese mundo femenino tan diferente, yo me acuerdo perfectamente cómo me identificaba con Mafalda y disfruto mucho de esos dibujos», expresó.

Balestra también se supo rodear por grandes maestros como Roberto «el Negro» Fontanarrosa, que tanto nos hizo reír con su «Inodoro Pereyra» o también meternos en medio del policial negro con «Boogie, el aceitoso». Otro de los grandes con los que estuvo fue con Caloi, quien creó a «Clemente» y trabajó en la película «Anima Buenos Aires».

«Mafalda es una pequeña rebelión, que desde su infancia, no sólo ponía en duda el lugar de la ama de casa, sino era una nena adulta», indicó. Y afirmó que siempre le gustó «contar una historia en cuadraditos, donde hay una relación de espacio-tiempo interesante».

Daniel Carrara, divulgador de historietas, también habló del tema y se centró más en la gente que se formó en Argentina para luego triunfar en otros países.

«Argentina tiene una gran historia de la historieta, sobretodo desde los años 40 y 50, donde predominaba la aventura y el humor. De ahí salieron nombres como Oesterheld o autores que vinieron de afuera como Hugo Pratt, pero lamentablemente en los años 70, donde comenzó a cerrar la industria, muchos autores volvieron a sus países», expresó.

También dijo que mucho material se pudo editar en Europa, por ejemplo «Cyber Six» de Meglia y Trillo, fue completada en Italia y en Argentina nunca se terminó de completar. «Muchos autores nacionales triunfan en el mundo por publicar su trabajo en la industria norteamericana y europea del comic», explicó Carrara. Con respecto a Hugo Pratt, el dibujante italiano creador del «Corto Maltés», hizo sus primeras armas en Argentina y colaboró con Oesterheld en «Ernie Pike».

Carrara contó que Fontanarrosa es uno de los más grandes dibujantes y fue Inodoro Pereyra quien hizo que no perdiera su argentinidad tras vivir un tiempo en Italia.

Por último, el periodista Leandro Arteaga, también compartió sus experiencias. El primer contacto que tuvo con las historietas fue a través de su padre que era lector de «El Eternauta» y manifestó su pesar por haber perdido ese material, y es ahí donde se introdujo en este mundo. «Una revista que me impactó mucho fue de ediciones «De la urraca», la «Hora Cero» que retomaba lo de Oesterheld y cuando empecé a leer eso quedé boquiabierto. Nunca había leído un material de ese calibre y quedé loco», dijo Arteaga.

El panorama de la historieta argentina es amplio y genial comentaba el periodista, ya que entrar a ese universo con una historia como «El Eternauta» uno no puede salir más de ese lugar. «Descubrir la obra y la mirada humanista que tiene Oesterheld, te llevó a conocer su tragedia y la situación social y política del país en su momento», expresó.

Arteaga  cuenta que la editorial Abril contrató un contingente de historietistas italianos, en los que se encontraba Hugo Pratt, que no tenía la trascendencia que tuvo después con su máxima creación que fue «Corto Maltés».

Lamentablemente los medios de la ciudad no ven la calidad de artistas y humoristas gráficos que hay y que no puedan ocupar un lugar importante como lo son las contratapas de los diarios de la ciudad, que usan tiras desde hace años y no llaman a los ilustradores locales. Por suerte los lectores seguimos teniéndolos en cuenta y le damos espacio en nuestro corazón.