Por Mario Luzuriaga
Terminó la controversial serie sobre la vida del ex campeón mundial de boxeo Carlos Monzón y dejó impactados a todos.
Trece capítulos fueron los contaron esta historia violenta de un hombre criado por la marginalidad y el deseo de triunfar a toda costa. Conoció la buena vida, rodeándose de lo que fue el «jet set» mundial, mientras vivía sus días de gloria y seguía prisionero de su peor enemigo: el alcohol.
Este último capítulo fue la clave y un cierre por demás de espectacular por la intensidad de las actuaciones y de la incomodidad que produjo al espectador. Pero también jugó con el morbo, ese morbo que 31 años después, todo el pueblo quiso saber.
Lo más importante de todo es que se pudo reconstruir una aproximación de lo que pudo haber sucedido esa fatídica madrugada del 14 de febrero de 1988, en la que en sí Carlos Monzón asesinó a Alicia Muñíz, ya sea o no accidental, el hecho está claro y fue el primer caso de femicidio que tuvo estado público, debido a sus protagonistas.
La serie fue un gran trabajo que se debe atesorar y nos lleva también a la reflexión, todos los que participaron han hecho una gran labor en todos sus roles y sin dudas fue la mejor ficción que tuvo el 2019 en Argentina. Una ficción que pudo lograr captar el ocaso de un campeón y el asenso de un femicida.
Calificación: Excelente.