Las brújulas de Greenwich (Reino Unido) hace más de 350 años que no apuntan directamente al norte verdadero o geográfico, sino que lo hacen al oeste del mismo. Pero, en algún momento de las próximas dos semanas, lo harán. Se trata de una coincidencia épica de tiempo y magnetismo. Así lo informó el viernes pasado el Estudio Geológico Británico (BGS por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Durante cientos de años las brújulas en territorio británico estuvieron apuntando al oeste del norte geográfico, por el desplazamiento del polo norte magnético de la Tierra.
Los expertos explicaron que la línea invisible que conecta los polos magnéticos norte y sur, la denominada agónica, se estuvo moviendo de oeste a este a un ritmo de 20 kilómetros cada año aproximadamente.
Para el mes de septiembre las brújulas de Greenwich apuntarán al norte verdadero, antes de girar lentamente hacia el este.
El Observatorio Real de Greenwich se estableció en 1676 y, desde 1839, albergó el observatorio magnético especializado que realizó mediciones continuas a partir de 1840 en adelante. En 1926, los instrumentos fueron trasladados a Abinger en Surrey, ya que las líneas de ferrocarril electrificadas habían imposibilitado la medición del campo magnético.
Sea como fuere, en las próximas dos semanas se producirá un evento sin igual: la primera vez desde la creación del observatorio que los sistemas de coordenadas geográficas y geomagnéticas van a coincidir en esta ubicación. Y no, la declinación cero no tendrá impacto en la vida diaria de las personas.