Más de 20 empleados de planta permanente del Ingenio Azucarero Las Toscas, en el nordeste de la provincia de Santa Fe, fueron despedidos. Romelio Snaider, el empresario que alquila el lugar, fue intimado a desalojar las instalaciones de la planta azucarera que explota desde hace cinco años y le dieron un plazo de 30 días. Eso significa que el total de unos 70 trabajadores permanentes y más de 200 temporarios –se contratan para cada campaña– pueden perder sus fuentes laborales.
Roberto Torres, uno de los 22 trabajadores despedidos y al que le faltaba muy poco para jubilarse, contó que le llegó el telegrama: “Tengo más de 25 años de servicio y son varios compañeros a los que les falta poco para jubilarse. Ya hablamos con el abogado y estamos tratando el tema de las indemnizaciones. Seguiremos de pie en la empresa porque no queremos que la desmantelen”.
Snaider, propietario de una desmotadora de algodón y una empresa de transporte con domicilio en Las Toscas, entre otros negocios, se hizo cargo del ingenio en 2011, tras un lustro de conflictos recurrentes con los trabajadores y con productores por los vaivenes del precio del azúcar y la caída de la molienda: la campaña determinada ese año había totalizado 25.000 toneladas.
Dos años después, en 2013, Snaider había modernizado el equipamiento del ingenio ampliando su capacidad de molienda a 1.600 toneladas diarias. Parecía que la cuenca azucarera de Santa Fe volvía a reactivarse. Pero en la campaña siguiente todo volvió a foja cero. Según fuentes judiciales, Snaider no pagó el alquiler de la zafra azucarera durante 2015 y 2016, y en 2017 no abonó el canon de la quiebra y por eso salió el dictamen judicial, explicó Vicente Farfaglia, el empresario que había explotado el ingenio antes que Snaider y que representa a la firma Masaro SA, propietaria de la planta.
“Snaider no se hizo cargo de pagar una deuda, pidió la quiebra y se la otorgaron. El síndico y el juez dieron por terminado el contrato el 7 de agosto de 2016. Desde esa fecha, hasta noviembre que terminó la zafra, y durante 2017, estuvo explotando el ingenio de manera ilegal. No acató la orden que tenía de desalojo. Entregó algo a cuenta pero la suma es irrisoria. Lo que digo está plasmado en el juzgado”, explicó Farfaglia.
Farfaglia, empresario bonaerense, dijo a Radio Eme de Santa Fe que se hará cargo de los empleados que despidió Snaider. “No me explico cómo echó a gente a la que le faltaban 20 días para jubilarse. Snaider tendrá que pagarles lo que les debe y sus respectivas indemnizaciones”, advirtió.
El único ingenio de azúcar santafesino en pie está en Las Toscas. El ingenio y alcoholera Arno, de Villa Ocampo, cerró al fracasar un intento de remontar una quiebra que involucró a la Municipalidad local y al gremio azucarero, aunque una firma de Villa Guillermina inició pocos meses atrás una operación compra.
Con todo, la cuenca cañera de la provincia enfrenta otro cuello de botella, a 25 años de haber sobrevivido casi de milagro. En 1992 el cóctel de convertibilidad, caída de precios internacionales y desregulación de la actividad azucarera había estrangulado al sector santafesino y a otras economías regionales. Ahora una nueva combinación aproxima a fase terminal a la cuenca que representa sólo el 1% a nivel nacional: la mayor está en Tucumán (65%) y algo más del 30% suman Salta y Jujuy.
“TODOS LOS ESFUERZOS”
“Como intendente no es lindo terminar el año de esta manera. Es la desaparición de una empresa. Hay equipos técnicos de la Municipalidad que están trabajando para dar una mano para que exista algún tipo de salvataje. Porque el ingenio está funcionando perfectamente”, marcó el intendente de Las Toscas, Leandro Chamorro.
“Snaider es un empresario reconocido. Es propietario de una desmotadora de algodón, tiene fraccionadoras, textiles, alcoholeras y una empresa de transporte muy grande. No conozco la circunstancia, pero el juez lo termina desalojando y tiene que entregar el ingenio a Vicente Farfaglia, que es el titular de la firma. Se harán todos los esfuerzos para evitar el cierre de la planta”, agregó.
Fuente: El Ciudadano