Sebastián Almada es uno de los cómicos salidos del seno de Marcelo Tinelli, desde mediados de los años noventa.
Logró una carrera como comediante siguiendo los pasos de su padre el cómico uruguayo Enrique Almada miembro de un grupo de cómicos que en el país se los conoció como “los uruguayos”.
Hoy en día Sebastián, que también es músico, es parte de la obra “Mi vecina favorita” protagonizada por Lizzy Tagliani. El espectáculo se presenta el próximo sábado en el teatro Broadway.
Almada está de muy buen humor ya que han hecho una gran temporada en la ciudad de Mar del Plata y antes de su arribo a la ciudad dialogó “Con la gente”.
-Vienen de un excelente verano en Mar del Plata ¿Cómo encaran esta gira por el país?
-Está muy bueno y la gira empezó con todo. Tuvimos una temporada muy buena de verano. En todos los teatros que fuimos y en todas las ciudades nos recibieron muy bien. Estamos muy contentos.
-Con Diego Pérez ya tienen relación desde VideoMatch ¿Cómo es trabajar junto Lizzy Tagliani?
-Nunca había trabajado con ella y la verdad que está buenísimo porque nos llevamos muy bien. Además tenemos un gran elenco muy divertido y somos muy amigos. Lizzy es una gran comediante y rinde mucho todo lo que hace.
-Al tener esta buena relación ¿Se permiten improvisar algo durante la obra?
-No lo hacemos porque ya es una obra que está tan bien, que seguir agregando o sacándole cosas es como faltarle el respeto al público. La gente se tiene que divertir y no nosotros. Pasa y sucede que a veces le erramos en la letra, o pasen cosas y lo usamos para capitalizarlo. Funciona todo bien, no es necesario que cambiemos algo.
-¿Tienen planeado para hacer otro espectáculo juntos?
-No hay nada hablado, se que la gira termina el 3 de junio y paramos por el mundial. Después no sabemos si seguimos pero tenemos que hablar con los productores.
-Pasando para el lado personal ¿Sos de tomar algo que te dejó tu padre, Enrique Almada, y que lo utilices para tu carrera?
-Si claro, de todo lo que me dejó me nutro constantemente. El mayor aprendizaje lo heredé viviendo con mi viejo. En mi casa los tenía a Ricardo Espalter, Andrés Redondo y Berugo Carámbula todo el tiempo. Me crié con ellos, en los canales y en los camarínes, a eso no te lo saca nadie. Ya de chico me daba cuenta de cómo había que hacer divertir a la gente y en qué momento. Toda esa experiencia la tuve por parte de él.