La Justicia recortó cautelar y ahora negocios podrán instalarse en la zona, aunque no podrán tener vínculo con la noche. Desde agrupación de vecinos criticaron a la Municipalidad
Por Matías Gregorio
El conflicto entre los vecinos de Pichincha y su noche continúa. El último viernes la Justicia recortó la medida cautelar donde se le ordenaba a la Municipalidad de Rosario que se abstuviera de otorgar nuevas habilitaciones comerciales en el radio comprendido entre las calles Balcarce, Francia, Jujuy y Rivadavia.
En la reunión que se mantuvo a fines de la semana pasada se decidió adecuar la decisión que había tomado a principios de julio pasado el juez en lo Civil y Comercial Pedro Boasso. Las partes determinaron que los locales comerciales que estaban tramitando su habilitación en el barrio en cuestión podrán avanzar con la gestión, ya que la mayoría de ellos no eran bares sino emprendimientos de otros rubros.
«La cautelar no se cayó, sino que se recortó. Era muy extensa, y había sido tomada a la ligera. El viernes nos reunimos con el juez, quien decidió adecuar la cautelar y liberar a todos los negocios que no sean de la nocturnidad de la misma, como una panadería, por ejemplo», explicó Raúl Willi Kramp, una de las personas que encabeza la agrupación «Vecinos de Pichincha», conformada en febrero de este año, en diálogo con CLG.
La resolución descomprime la situación y lleva alivio no sólo a los comerciantes afectados, sino también al Sindicato de Empleados Gastronómicos y a la Asociación Empresaria de Rosario, quienes se habían manifestado fuertemente en contra de la resolución. Willi aclaró que «en ningún momento» pretendieron que se prohíba la apertura de locales comerciales en todo el barrio de Pichincha.
«Se dictó que todos los negocios de la nocturnidad que comprenden la Ordenanza N° 7.218 y que se quieran habilitar tienen que estar sí o sí regidos por la inspección de una comisión cuartipartista de la Secretaría de Control, y recién ahí podrán tener la habilitación», amplió Kramp. Es decir, se le ordenó al municipio dar estricto cumplimiento a la normativa vigente.
Por otra parte, el referente de los vecinos autoconvocados mencionó que, al reformarse esta cautelar, los empresarios que se presentaron como querellantes por daños y perjuicios y por derechos adquiridos fueron retirados de la causa por orden del juez, «lo cual nos beneficia porque no pueden accionar en contra nuestra».
«Plantearon la cuestión de los derechos por la Licencia de uso y libre afectación (Lula) que les había otorgado la Municipalidad, pero en realidad dicta mucho de ser una habilitación, ya que simplemente funciona como un estudio de impacto ambiental. Los derechos adquiridos son a partir de una habilitación definitiva, no a través de una Lula, y esto fue ratificado tanto por nuestra abogada como por la magistrada de la Municipalidad y finalmente por el mismo juez», detalló el entrevistado.
Raúl remarcó que «la situación no cambió mucho», y disparó: «El accionar de la Municipalidad es una vergüenza, porque en cinco meses sólo inspeccionaron 13 locales cuando son más de 130, es decir, no van a terminar nunca, a pesar de que rige una orden judicial bajo apercibimiento al funcionario que no lo cumpla».
Después de varios meses de reuniones, inclusive con la intendenta Mónica Fein, y de distintas presentaciones, Kramp contó que muchos empresarios han bajado el volumen de la música e inclusive se han adecuado a ciertas reglas como la ordenanza Nº 9.611 que no permite beber alcohol en la vía pública. «Algunos ya no están dejando que la gente salga a beber en la calle, pero otros no».
«Muchas personas se quedan inclusive hasta las 6 de la mañana a pesar de que los boliches y los bares ya cerraron», dijo Willi, y si bien el invierno y la crisis económica hicieron frenar un poco la actividad, saben que con la llegada de la primavera el tránsito de personas por la zona se reflotará.
Además, cuestionó el accionar de la Guardia Urbana Municipal (GUM): «Si tenés un auto mal estacionado en tu cochera a mitad de cuadra y te acercás a las camionetas de Tránsito y de Control Urbano ubicadas en la esquina, el personal te dice que están en puestos fijos y que no se pueden mover de ahí. Entonces, ¿para qué están si no te pueden solucionar un problema? Es un burla al vecino».
«No estamos en contra de los empresarios, queremos que se respete la ordenanza para poder convivir. Es una vergüenza que los vecinos se tengan que aunar, buscar una abogada, hacer una ley de amparo, estudiarse las ordenanzas, hacer escritos y proyectos, reuniones y demás para poder dormir en sus casas», pronunció Kramp.
Y continuó: «Fuimos a reclamar para poder descansar en nuestros hogares y para que se cumplan las leyes. Ellos quieren consensuar con los empresarios, pero ¿qué vamos a consensuar, a dormir a determinada hora o qué se cumplan determinadas leyes? No tiene sentido».
Willi insistió con que «las ordenanzas están para cumplirse», y si eso sucediera «habría buena convivencia y no tantos problemas».
Por último, señaló que esperan tener confianza en Pablo Javkin, el intendente electo, aunque aseguró que «falta acción política», porque «si la política quisiera solucionar el problema, lo hace».