La radiofonía argentina cumple este martes 99 años, pero no tiene mucho que festejar. Envuelta en una crisis que combina lo económico con lo tecnológico, la radio que durante décadas nunca dejó de transmitir, acompañando la vida de varias generaciones de argentinos, está atravesando uno de los momentos más críticos que se recuerden.
La radio argentina ya no tiene la potencia de antaño y perdió algunas voces. El desguace de muchas emisoras tradicionales como Del Plata (AM 1030), El Mundo (AM 1070), o la emisora rosarina LT3, son apenas los aspectos más visibles de un medio que sigue sonando, emocionando e informando, pero a costa de profesionales que perdieron o ven amenazados sus puestos de trabajo.
El cóctel de crisis económica, reasignación de la pauta oficial e irresponsabilidad de empresarios inescrupulosos y oportunistas derivó en emisoras cerradas, radios quebradas, cientos de despidos, indemnizaciones incumplidas y pago de sueldos en cuotas imposibles de comprender para productores, periodistas, técnicos, locutores, operadores y personal administrativo.
Este aniversario rememora la noche del 27 de agosto de 1920 cuando el radioaficionado Enrique Telémaco Susini, junto a sus amigos César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica dieron inicio a la radiofonía argentina: transmitieron desde la terraza del Teatro Coliseo la ópera Parsifal. Los ‘Locos de la Azotea’ provocaron el nacimiento aquel día de la primera estación de radio del país, conocida como LOR Radio Argentina.
«Señoras y señores: la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Richard Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten», dijo al aire Susini, por entonces de 29 años. Esta experiencia radiofónica apenas pudo ser escuchada por aproximadamente medio centenar de personas.
A Enrique Susini, además de ser el creador y organizador de esa primera radiotransmisión, se lo conoce como «el primer locutor del mundo» y junto a sus tres amigos pasarían a la inmortalidad como «Los Locos de la Azotea», ya que transmitían desde la terraza del teatro. Allí, contaban con un pequeño micrófono, un transmisor de escasa potencia y antenas en el techo del teatro.
Luego de esta transmisión, Radio Argentina se convirtió en una de las primeras estaciones de radiodifusión con programación regular en el mundo. Durante las décadas de 1920 y 1930, Susini se convirtió en un exitoso empresario de las nacientes industrias de la radio y el cine. Siguiendo su carrera en los medios, también fue fundador de los estudios de cine Lumiton (la primera productora cinematográfica argentina), y fue el Director General de la primera transmisión de televisión en Argentina realizada por Canal 7.
En conmemoración a aquella jornada, el Primer Congreso Internacional de Radio celebrado en Buenos Aires en 1934, con la participación de cuarenta países, decretó al 27 de agosto como el Día de la Radio.
Después del hito, los mitos. Que fue a las 21 de una noche estrellada, que el transmisor tenía 5 vatios. Dice también la leyenda que la transmisión duró unas tres horas y que almas solitarias de algún barco que navegaba por Brasil, llegaron a escucharla. Hasta el Presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, felicitó a Susini, quien murió en 1972, cuando la televisión asumió su reinado. Hoy, con una radiofonía golpeada, emisoras en crisis -algunas a punto de ser rematadas-, poco parece existir para celebrar. A pesar de eso: Gracias, Don Telémaco.
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