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Atacan a la ONU en Siria y se trunca el inicio de la investigación sobre armas química


Un equipo de seguridad de la ONU fue atacado en Siria cuando inspeccionaba la localidad de las afueras de Damasco a donde investigadores internacionales debían ingresar hoy para buscar pruebas de un ataque químico denunciado por la oposición, lo que paralizó el inicio de la pesquisa y la pospuso sin fecha definida. 

Mientras crece la tensión internacional para investigar el presunto uso de armas químicas, un vocero de una milicia palestina anunció hoy que están preparando junto al Ejército sirio para empezar una masiva ofensiva para recuperar todas las zonas del sur de Damasco que aún quedan en manos de grupos armados opositores, entre ellos el Estado Islámico (EI).  

El vocero del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General en Damasco, Anuar Raya, una milicia palestina aliada del gobierno sirio explicó que «dos tercios del campo de refugiados de Al Yarmuk están bajo el control Dáesh (acrónimo en árabe de EI) y del Frente al Nusra», antiguo nombre de la exfilial siria de Al Qaeda. 

Según le dijo a la agencia de noticias EFE, estiman que en el campo de refugiados hay 460 combatientes de Al Nusra y otro grupo islamista, y otros 800 del EI. Además, quedan entre 4.000 y 5.000 civiles en el lugar.  

Si el Ejército y sus milicias palestinas logran expulsar a los islamistas del campo de refugiados de Al Yarmuk, significará un fuerte golpe para el EI ya que se trata de su último bastión en la región de Damasco, la capital del país.  

La última gran ofensiva del Ejército y sus aliados fue contra las zonas opositoras de la región de Ghouta Oriental, al noreste de Damasco, y terminó con pueblos en ruinas, cientos de miles de desplazados, un número desconocido de muertos, varios acuerdos de evacuación con combatientes rebeldes, un presunto ataque químico y un bombardeo de potencias occidentales rivales como represalia.  

La denuncia de un nuevo ataque con gas cloro hecha por grupos de rescatistas y médicos cercanos a la oposición y vinculados con Estados Unidos desató tal presión internacional que Siria invitó a una misión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para que investigue si hubo un ataque químico. 

La misión de la OPAQ llegó el fin de semana a Siria y debía entrar hoy a la localidad de Duma, donde presuntamente fue el ataque.  

Sin embargo, tanto la ONU como la OPAQ informaron que el equipo de expertos de seguridad, que había entrado ayer en Duma para garantizar que fuera una zona segura para los investigadores internacional, fue atacado por desconocidos que le dispararon.  

El vocero de la Secretaria General de la ONU, Stéphane Dujarric, explicó a la prensa desde Nueva York que sus representantes recibieron «fuego de armas ligeras» y un artefacto explosivo explotó no muy lejos de donde estaban, según la agencia de noticias EFE. 

Dujarric aseguró que el equipo de la ONU tenía «escolta», pero no quiso aclarar quién la integraba. Desde que la milicia islamista opositora el Ejército del Islam se retiró este mes, Duma está bajo control de la Policía Militar de Rusia.  

Ninguno de los expertos de seguridad de la ONU están heridos y, aunque ya volvieron a Damasco, están negociando volver a Duma para hacer una nueva verificación que habilite el ingreso de la misión de la OPAQ y el inicio de su investigación.  

Tras informar sobre este ataque a la ONU, la OPAQ anunció en un comunicado desde su sede en La Haya que no sabe cuándo sus investigadores podrán viajar desde Damasco a Duma. 

La misión de expertos químicos llegó a Siria hace cuatro, cuatro días después de que Siria los invite y siete del presunto ataque con gas de cloro, que según los grupos civiles cercanos a la oposición dejó al menos 42 civiles muertos y 500 afectados. 

La OPAQ hoy advirtió sobre «el clima de volatilidad» que se vive en Duma, especialmente después de una masiva ofensiva del Ejército y Rusia que duró unos dos meses y fue el corolario de un largo asedio que provocó una crisis humanitaria.  

La guerra en Siria comenzó en marzo en 2011 cuando el gobierno sirio de Bashar al Assad reprimió masivamente las protestas que en varias ciudades intentaban recrear las revueltas que habían logrado derrocar gobiernos en países vecinos y que el mundo conoció como la Primavera Árabe.  

Tras un primer momento de guerra civil, en la que la mayoría de la oposición armada estaba compuesta por militares que habían desertado del Ejército sirio y críticos del gobierno de Al Assad, el conflicto se volvió regional y luego global, con el ingreso declarado de Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Arabia Saudita, Turquía, Irán, Israel, entre otros.  

Hoy, tras más de siete años de guerra, más de la mitad de la población siria tuvo que abandonar su casa y refugiarse dentro o fuera del país, hay ciudades parcialmente en ruinas y una economía devastada.