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Rusia denunció a la oposición de Siria, mientras que EEUU podría retirarse de la guerra


Las secuelas de los ataques de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra el Ejército sirio siguieron hoy sacudiendo al mundo, cuando Rusia anunció el descubrimiento de un laboratorio de armas químicas de la oposición en la ciudad de las afueras de Damasco donde grupos cercanos a los rebeles denunciaron haber sido atacados, mientras en Estados Unidos ganaron fuerza las versiones de una posible retirada de Siria.

Después de semanas de anuncios contradictorios y declaraciones ambiguas por parte del gobierno estadounidense, el canciller saudita, Adel al Yubeir, informó que está negociando con la Casa Blanca el posible envío de tropas «al este de Siria» y aclaró que la discusión no ha terminado, según una conferencia de prensa en Riad junto al secretario general de la ONU, António Guterres.

Poco antes, el diario The Wall Street Journal había publicado que, según varias fuentes oficiales no identificadas, el presidente Donald Trump está tratando de convencer a sus socios árabes reemplazar a sus tropas en Siria para poder ordenar la retirada que tanto viene prometiendo.

Según el medio, Trump y su nuevo asesor de seguridad nacional y ex embajador ante la ONU durante los años más belicistas de George Bush, John Bolton, ya hablaron con los gobiernos de Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

Washington quiere que sus aliados en el Golfo Pérsico envíe tropas y comience a financiar las zonas que queden bajo su control en la devastada Siria.

Mientras Estados Unidos prepara lo que podría ser su retirada del tablero de guerra sirio, Rusia asume el rol de la potencia internacional hegemónica en ese país árabe.

Al mismo tiempo que la misión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) entró a investigar a Duma, la localidad de las afueras de Damasco donde, según grupos pro opositores, el Ejército lanzó un ataque con gas de cloro hace dos semanas, la oficina de Tropas Rusas de Defensa Radiactiva, Química y Biológica anunció que había encontrado un laboratorio opositor de armas químicas en esa misma ciudad.

«Durante la inspección de la ciudad de Duma se encontró un laboratorio y un almacén con sustancias químicas», informó Alexandr Rodionov, vocero del ente ruso, y explicó que encontraron tiodiglicol y dietanolamina, agentes químicos necesarios para producir gas mostaza, según la agencia de noticias EFE.

«También se encontró un bidón con cloro, similar al utilizado por los rebeldes en la puesta en escena del falso material difundido ampliamente», agregó, en referencia a las imágenes que difundieron grupos de rescatistas y médicos sirios, cercanos a la oposición y Estados Unidos, para denunciar el ataque químico hace dos semanas.

El descubrimiento de Rusia no fue confirmado por ninguna tercera parte independiente, ni siquiera los investigadores de la OPAQ que se encuentran en el lugar, según informó también Moscú.

Hasta ayer tanto Siria como Rusia habían prohibido el ingreso de la OPAQ a Duma «por razones de seguridad», lo que desató advertencias de la organización internacional y denuncias de las potencias rivales.

Por el contrario, el Ejército sirio permitió ayer el ingreso de un grupo de periodistas internacionales que, bajo la autorización del gobierno, pudieron hablar con civiles de la zona atacada. Las versiones difirieron entre los que aseguraron que no hubo un ataque químico y los que afirmaron que sí sucedió, pero fue responsabilidad de la milicia opositora islamista Ejército del Islam, el grupo que dominó la localidad hasta unos días después del controvertido bombardeo.

Rusia también recibió un respaldo importante por parte de Irán, un aliado del gobierno sirio, y Turquía, un rival declarado de Damasco.

Los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, e Irán, Hassan Rohani, acordaron hoy continuar colaborando con Rusia para buscar una «solución política duradera» y evitar el brote de nuevas tensiones en Siria, informó hoy la prensa turca, lo que demuestra que Ankara, un aliado de la OTAN de Estados Unidos y Europa, reconoce que Moscú es la potencia internacional dominante de la guerra siria.

Tras el alejamiento paulatino de Estados Unidos, tras la victoria de Trump, Ankara se acercó a Moscú y Teherán y los tres juntos impulsaron un proceso de paz paralelo al que dirige la ONU, el proceso de Astaná, bautizado así por su primer sede, la capital de Kazajistán.

«En la situación actual, la disminución de las tensiones en Siria y la no interferencia de los países occidentales pueden considerarse dos puntos clave para nosotros», aseguró el presidente iraní en su conversación telefónica con su par turco, según comunicado de su oficina.