Decenas de miles de hongkoneses cerraron un tenso fin de semana de protestas masivas a favor y en contra del gobierno con una nueva movilización en contra de la represión policial y las autoridades de la región en abierto desafío a una prohibición oficial.
La Policía solo había autorizado una concentración en Victoria Park, el parque más grande de la ciudad. Sin embargo, cuando la multitud ya era evidente, una enorme columna de personas comenzó a marchar, lenta y pacíficamente, protegida de la lluvia por paraguas, informó la agencia de noticias EFE.
Tras más de un mes de que todas las protestas opositoras terminaran con represión, corridas, agresiones de mafias paraoficialistas y escenas de caos poco habituales para la región, ayer la marcha en contra del gobierno terminó de manera pacífica.
Muchos manifestantes interpretaron ese giro policial como un intento de distender el clima de violencia que escaló la última semana, cuando las protestas se mudaron de las principales avenidas y parques de la ciudad al aeropuerto internacional, un escenario mucho más visible para miles de ciudadanos extranjeros que circulan por allí.
Además, la inacción de la Policía anoche desactivó al menos por ahora los temores de una intervención más violenta de las fuerzas de seguridad, especialmente después de que China realizara maniobras militares del otro lado límite que divide a Hong Kong de la China continental.
La protesta de hoy no fue solo contra el proyecto de ley de extradición que generó esta ola de marchas opositoras, sino que explícitamente fue en repudio a la represión policial de los últimos meses.
El slogan con el cual se concentraron en el parque, primero, y marcharon después fue: «Erradicar el caos policial».
Mientras la Policía denuncia que ya son 180 los agentes heridos, los manifestantes acusaron a las fuerzas de seguridad y mafias paraoficialistas de herir a cientos de personas.
«La Asociación de Jóvenes Oficiales de Policía y algún diputado pro-Pekín han llamado varias veces ‘cucarachas’ a los manifestantes. Eso trae al recuerdo dolorosas imágenes de genocidio», denunció uno de los organizadores de la protesta de hoy y líder del Frente Civil de Derechos Humanos, Wong Yik-mo.
La advertencia de Wong hace referencia al genocidio de Ruanda, en 1994, cuando los hutus llamaban «cucarachas» a los tutsis. En apenas tres meses y en medio de un clima de odio racial extremo, los líderes hutus ordenaron y habilitaron masacres en las que murieron alrededor de un millón de tutsis y hutus moderados.
«Poco a poco, la policía de Hong Kong está destruyendo la imagen internacional de un Hong Kong civilizado», agregó Wong.