Este sábado, José Martínez Suárez falleció a los 93 años de edad. El reconocido director de cine, hermano mayor de las gemelas Mirtha y Goldie Legrand, se encontraba internado hace varios días en la clínica Cemic. Según trascendió, la diva de la televisión argentina no realizará sus clásicos programas durante este fin de semana.
«Josecito» había sido hospitalizado a raíz de una rotura de cadera, consecuencia de un accidente doméstico, y por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. A pesar de que la operación se realizó con éxito, con el correr de los días, su salud se agravó por un virus intrahospitalario, lo que le provocó una neumonía infecciosa.
«Tengo a mi hermano muy delicado y eso es lo que más me preocupa ahora. José está muy delicado de salud… Tiene una neumonía muy rebelde. Además, se cayó y lo tuvieron que operar de la cadera, así que no está bien y nos tiene a toda la familia muy angustiados», le había expresado Mirtha a Lionel Pecoraro.
Martínez Suárez nació en Villa Cañás, Santa Fe, el 2 de octubre de 1925, era hermano mayor de las mellizas Mirtha y Silvia Legrand y se inició en su profesión como «oyente» en los Estudios Lumiton.
El debut fue en 1943, cuando tenía 18 años, durante el rodaje de «Se rematan ilusiones», que dirigió Mario C. Lugones, para un año después ser pizarrero de Carlos Hugo Christensen en «La pequeña señora de Pérez se divorcia». Además de Lugones también fue ayudante de dirección de Manuel Romero, Augusto César Vatteone, Antonio Ber Ciani, Juan Carlos Thorry, Lucas Demare, Daniel Tinayre, Ralph Pappier, Leopoldo Torre Nilsson y Kurt Land.
En 1959 dirigió el cortometraje «Altos Hornos Zapla», y un año después debutó en el largometraje con «El crack», con Jorge Salcedo según libro de Solly, con el que demostró ser un sobrio narrador en imágenes al enfocar el oscuro submundo del fútbol.
En 1962, y en coincidencia el auge de la conocida como Generación del 60, dirigió «Dar la cara», según un relato de David Viñas, acerca de tres jóvenes que acaban de terminar el servicio militar.
Después de dirigir un episodio («La salamanca») del fallido colectivo «Viaje de una noche de verano» (1965), y en el periodo de censura que se abrió desde 1966, se dedicó a la docencia.
De esa forma fue titular de la cátedra de Gramática Cinematográfica en diferentes universidades del país y en Chile, donde abrió un cineclub, fue gerente de Emelco Chilena S.A. y fundó, además, T.E.A., su propia agencia de cine publicitario.
En 1974, Daniel Tinayre le pidió colaboración en el guión de «La Mary», aportes que el esposo de su hermana Mirtha, sin consultarlo, cuestionó, dejando una marca indeleble a una larga relación.
Definitivamente en la Argentina dirigió «Los chantas (1975), interesante relato acerca de personajes típicos de Buenos Aires, con la colaboración en el guión de Norberto Aroldi, y «Los muchachos de antes no usaban arsénico» (1976), la considerada su obra cumbre.
Se trató de una comedia de humor negro, según libro de Gius, inspirada en el estilo Frank Capra, pero con el tono ácido, corrosivo, de los estudios británicos Ealing de la década del 50, estrenada en coincidencia con el golpe militar de 1976, que frenó la posibilidad de llegar a más público.
El entonces Instituto Nacional de Cinematografía (hoy Incaa), la eligió como aspirante a competir por el Oscar de la Academia de Hollywood a la mejor película hablada en otro idioma de 1976.
Su última película fue el memorable thriller «Noches sin lunas ni soles» (1984), con libro de Ruben Tizziani, y papeles centrales interpretados por Alberto de Mendoza y Luisina Brando.
Desde entonces se dedicó al dictado de talleres de enseñanza de cine de los que surgieron numerosos cineastas y cuyos cortometrajes en ese ámbito, más de cien, participaron y fueron premiados en numerosas muestras internacionales.
Entre quienes fueron sus alumnos se destacan Lucrecia Martel, Leonardo Di Cesare, Juan José Campanella, Jose Celestino Campusano, Gustavo Taretto, Alejandro Magnone y Has Garrino.
Hace una década, «Josecito» como lo cita habitualmente Mirtha Legrand en sus almuerzos y cenas, fue nombrado presidente del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en dónde desde el primero, el 23º, estuvo atento hasta el último detalle de su producción, programación y ejecución, dando cátedra de sus conocimientos a todo el equipo que lo acompañó estos años.