Por Diego Carballido
Eduardo Matuc es profesor en la escuela secundaria Nº 407 y Daniel Medina es el maestro de la primaria nocturna Nº 65. Ambos establecimientos funcionan en el barrio Las Flores. Hace más de veinte años que los dos trabajadores de la educación desempeñan sus labores en esa zona del extremo sur de Rosario, y la situación por la que atraviesan sus alumnos los movilizó a montar un comedor improvisado los fines de semana para tratar de palear la demanda de comida.
«Empezamos a partir de la sugerencia de Carolina, una alumna de Daniel. Ella nos cedió el patio de su casa para poder cocinar. Ya llevamos cuatro sábados preparando raciones», contó Matuc a CLG. «Es una olla popular porque todavía no tenemos para armar un comedor», agregó Medina.
Al ser consultados por las razones que los movilizaron a montar esta entrega de comida los fines de semana, ambos coincidieron en el diagnóstico. «Es la vuelta a los años noventa, pero potenciada. Esta vez, la diferencia fue el colchón social que demoró un poco la llegada de la crisis, pero desde hace dos años que vemos chicos con hambre», expresó Matuc.
Por su parte, Medina detalló: «Las Flores es un termómetro social del país. Pensemos que en este barrio se produjeron los primeros saqueos en el año 1989 y en el 2001. Fue donde mataron a nuestro compañero Pocho Lepratti». Y agregó: «Los pibes llegan con mucha hambre a la escuela y las raciones, muchas veces, no alcanzan».
«Es un relato que se puede construir a partir de un barrio marginal que ha quedado olvidado de prácticamente todas las políticas», contó Matuc y trató de graficar la situación de sus alumnos al decir que: «Muchos de ellos viven en lugares donde una familia de clase media pondría a vivir a sus mascotas».
«Durante la semana, funcionan varios comedores comunitarios, como el de la escuela Nº 756 y otras que están alrededor. Además, existen lugares donde se entregan raciones de comida, ya sean religiosos o políticos», detalló Medina para explicar por qué decidieron montar esta olla popular los fines de semana. «Nos pusimos en campaña durante las vacaciones de invierno, compramos algo de mercadería y hace un mes que cocinamos todos los sábados», agregó.
Unas 80 raciones se preparan, cada sábado, en el patio de Carolina, una alumna de Medina que no solo se preocupó por terminar sus estudios primarios, sino también por tratar de colaborar con las necesidades de su barrio.
Muchos de los objetos con los que se preparan las raciones han sido prestados por otros espacios. «Queremos comprar una garrafa y un mechero propio», adelantó Matuc. Y añadió: «Hemos tenido una buena respuesta y nos han ayudado muchas personas conocidas, al igual que de parte de nuestro gremio». Ambos docentes forman parte del frente «Trabajadores de la Educación» que integra Amasafé provincial. «La idea es seguir hasta encontrar la manera que la misma gente del barrio pueda sostener el espacio», concluyó Matuc.
Para poder colaborar con esta iniciativa solidaria, se puede escribir a los correos: : te.parece@hotmail.com y ematuc@hotmail.com