Comunistas y partidarios de la oposición liberal rusa llamaron a manifestarse este sábado en Moscú, tras un mes de protestas en la capital a raíz de la exclusión de candidatos independientes a las elecciones locales del 8 de septiembre.
Iniciada a mediados de julio, esta ola de protestas ha sido fuertemente reprimida por la policía, que ha detenido a cerca de 3.000 manifestantes. Los principales promotores de la contestación han sido encarcelados, entre ellos el principal opositor del Kremlin, el bloguero anticorrupción Alexéi Navalny.
Las autoridades abrieron causas criminales contra al menos 14 personas, acusadas de haber participado en «altercados masivos» o de «violencia contra las fuerzas del orden». Los encausados, desde estudiantes a programadores, directores de cine o activistas políticos, se exponen a penas de hasta diez años de prisión.
El pasado sábado, una manifestación autorizada congregó a unas 60.000 personas en la avenida Sajarov, en el centro de Moscú, algo nunca visto desde las protestas contra el regreso de Vladimir Putin al Kremlin en 2012. Más de 130 personas fueron entonces arrestadas durante una marcha masiva considerada ilegal.
Los comunistas, habitualmente considerados como opositores tolerados por el Kremlin, se unen esta vez a la protesta: a pesar de que sus candidatos están autorizados a participar en las elecciones moscovitas del 8 de septiembre -porque su partido está representado en el Parlamento ruso-, se concentrarán este sábado en la avenida Sajarov pidiendo «elecciones honestas y limpias» en un mitín autorizado.
Acusaciones de corrupción
El movimiento de protesta comenzó tras el rechazo, oficialmente por vicios de forma, del registro de unas sesenta candidaturas independientes en las elecciones al Parlamento de Moscú. Encargada de aprobar el inmenso presupuesto de la capital, esta instancia está actualmente compuesta por legisladores leales al alcalde pro- Kremlin, Serguéi Sobianin.
Convertida en una de las líderes del movimiento, Liubov Sobol, aliada de Navalni, publicó el jueves un video acusando, con documentos en la mano, al presidente del Parlamento moscovita de tener un lujoso apartamento lejos de corresponder con sus ingresos declarados.
«Esta es la razón por la cual se aferran tanto a sus bancas«, afirmó en Twitter. La víspera, la abogada de 31 años había anunciado el final de un huelga de hambre iniciada cuatro semanas atrás para protestar por su exclusión de los comicios.
La organización de Navalni, el Fondo de Lucha contra la Corrupción, acusó antes al vicealcalde de Moscú a cargo de las elecciones de haber desviado miles de millones de rublos de dinero público en la gestión del parque inmobiliario de la municipalidad.
El Fondo es ahora objeto de una investigación por «lavado» de dinero.
«Molestia para los peatones»
Tras haber pedido concentrarse nuevamente en la avenida Sajarov el sábado y organizar una marcha en el centro de Moscú, la oposición liberal se topó esta vez con el rechazo de las autoridades.
«La autorización es rechazada porque podría constituir una molestia para los peatones», indicó en Facebook uno de los organizadores, el periodista y diputado municipal Ilia Azar. En repuesta, pidió manifestarse en solitario portando pancartas en diferentes partes de la ciudad.
Esta técnica es a menudo utilizada por los manifestantes en Rusia para protestar sin tener que obtener una autorización de las autoridades. Pueden hacerlo con la condición de mantenerse a una distancia de 50 metros entre cada manifestante, como lo exige la ley.
Al referirse por primera vez a esta protesta, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, negó esta semana cualquier tipo de «crisis política» y defendió la firmeza de la policía, acusada de violencia contra los manifestantes.
Las imágenes de una joven golpeada con violencia en el estómago por un policía sin aparente razón provocó indignación, a punto tal que el Ministerio de Interior anunció la apertura de una investigación interna.