Por Mario Luzuriaga
«Ramones» es una de las más grandes bandas de rock que hubo en el mundo, y que dejó una gran huella para la posteridad.
Este viernes llega una muestra muy especial en la que el artista Andrés Violante retrató a esta banda en sus varias visitas que tuvo en Argentina. La misma durará hasta el 31 de agosto en Plataforma Lavardén.
—¿Cómo surgió esta muestra?
—En realidad forma parte de un libro que se llama «Ramones en Argentina», que son una selección de mis fotos que le hice a la banda cuando vinieron a tocar en Buenos Aires. Ellos vinieron siete veces del 87 al 96, un total de 26 shows, de los cuales asistí a 20. Es un recopilado de fotos de los shows, de entrevistas que les hicieron en los hoteles, backstage en Obras y River. Yo cuento visita por visita mi experiencia y los textos están en español, inglés y portugués.
—Es un libro muy completo y al servicio del fan.
—Se vendieron muchos libros a Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Alemania, Francia y Grecia. La verdad hay mucho interés por el libro.
—¿Siempre te gustó «Ramones»?
— Desde que vi el primer video en «Música Total» que fue «We want the airwaves», eso fue lo primero que vi, luego en Gessell vi algo de «Ramones» en 1984 y ahí empecé a hacer un «fanzine» y en el 87, cuando vienen por primera vez, tuve contacto con las empresas que traían espectáculos y me pedían que escriba una nota en una hoja membretada y después tenía que llamar para ver si me acreditaban o no. En febrero del 87 estaba veraneando en la Costa con mi familia y fui a llamar por teléfono y me dijeron que tenía una entrada. Y me preguntaba cómo volver de Santa Teresita a Buenos Aires para ver a la banda. Inventé que tenía que volver para rendir una materia y me volví con mi hermano. Era una entrada que la vendí para conseguir dos populares y pudimos ver el show pero no hice fotos.
—¿Cuándo empezaste a retratarlos?
—Eso fue a partir del 91 que los fotografié en entrevistas y recitales, conferencias y en todos lados. En ese show del 87 fue el único en el que tocó DD Ramone y después se fue. En el libro hay más de 200 fotos color y el 90% es material inédito.
—¿Tuviste contacto con todos?
—Si claro en las entrevistas. Cuando van a un programa llega Joey con un montón de discos para pasar música y se sienta justo en esas sillas que se rompen al toque. Se sentó, se rompió y quedó desparramado; pensamos que se iba a calentar y no pasó nada. Al otro día teníamos una nota en el Sheraton y estaba sentado en una silla y le digo que tenga cuidado que no se caiga, y me miró mal , pero no pasó nada. También estuve con los ex Ramones y tuvimos la mejor, Richie Ramone estaba muy contento por el libro.