La madre de una adolescente de 14 años que denunció ante la Justicia que su hija fue drogada y abusada por al menos tres jóvenes en una fiesta a la que asistió el último final de semana con sus compañeros de escuela en la localidad bonaerense de José C. Paz, dijo este viernes que la familia está siendo amenazada y pidió custodia para la menor de edad.
«Mi hija está contenida, pero necesitamos que nos pongan custodia porque nos están amenazando y tenemos miedo; encima que nos jodieron la vida nos están amenazando», dijo a la prensa Cintia, quien denunció el abuso el pasado lunes en la Comisaría de la Mujer, tras lo cual se dio intervención la UFI 14 de San Martín.
La mujer confirmó que conocen e identificaron a los agresores porque «son del barrio» y advirtió: «Yo voy a ir hasta lo último, necesitamos justicia». En tanto, Leonel, el padre de la adolescente, aseguró hoy en declaraciones a los medios que en la Fiscalía le dijeron que «recién iban a actuar la próxima semana», por lo que decidió hacer pública la denuncia.
«Fue a una fiesta con sus compañeritos de escuela y dice que le dieron un vaso con una bebida y creemos que Burundanga; lo único que recuerda es que la obligaron a practicar sexo oral y tres personas abusaron de ella», señaló el hombre que vive en la localidad bonaerense de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas.
Los padres de la adolescente indicaron que el hecho ocurrió el último domingo en una casa en Juan Cruz Varela 1252, de José C. Paz. «Lo que no puedo creer es que tengamos pruebas, testigos y estén sueltos fumando un porro en la esquina como si nada hubiera pasado», afirmó Leonel.
El hombre contó que en cuanto se enteró de lo ocurrido a su hija, salió a buscar a uno de los jóvenes que habría participado del abuso y al tomar su celular descubrió conversaciones con otros que daban cuenta de que algo había ocurrido con la menor de edad.
«Hay chats y audios entre ellos que confirman que algo pasó y que tienen que ocultarlo», agregó Leonel, quien señaló que su hija «está muy asustada» y contó que los agresores le dijeron que se callara «porque la iban a matar». En las conversaciones que el padre mostró a la prensa se escucha que dicen: «No cartelees amigo, que estoy en un re bondi si se enteran».
Por su parte, Marcelo, dueño de la vivienda donde se realizó la fiesta, dijo a los medios que autorizó a su hijo a que vengan los compañeros de escuela para «que no saliera a otro lado», aunque dijo que lo engañaron.
«Me dijeron que venían compañeros de la escuela y llegaron más de 150 personas», afirmó Marcelo a Crónica TV desde la puerta de su casa en José C. Paz. Y agregó: «Nunca me enteré de lo que pasó, hasta que una chica avisó por micrófono que la fiesta se paraba porque habían abusado de una nena». «Llamé a la policía pero la Fiscalía no vino a investigar. Yo los espero y me solidarizo con la familia», señaló el hombre bajo la lluvia.