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Caso Pérez Volpin

El endoscopio «sí perfora», advierten desde la asociación de anestesistas


La Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires (Aaarba) aseguró este miércoles que un endoscopio «sí puede perforar» y que aunque la lesión que sufrió la periodista Débora Pérez Volpin hubiera sido causada por algún instrumento utilizado por un anestesista, «jamás habría ingresado tanto aire» al cuerpo.

«Para un anestesiólogo el manejo de la vía aérea es algo de todos los días, tenemos un gran dominio de la intubación endotraqueal», afirmó Marcelo Campos, secretario científico de Aaarba.

El especialista opinó sobre la muerte de la periodista y legisladora porteña Pérez Volpin, quien falleció el 6 de febrero de 2018 mientras le realizaban una endoscopía en el sanatorio La Trinidad del barrio de Palermo.

Por la muerte fueron imputados por «homicidio culposo» el endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Puente, quienes estaban a cargo del procedimiento y están siendo juzgados desde el lunes 15 de julio en el Palacio de Tribunales.

«Es muy importante tener en cuenta la secuencia de los hechos. Yo no estuve adentro del quirófano, pero según los testimonios que hubo en el juicio se sabe que a Débora la llevaron a la sala de endoscopías, la durmieron, la pusieron de costado y en determinado momento se descompensó», relató Campos.

«Hasta ese momento -continuó- la anestesista no había tocado la vía aérea. Cuando deciden poner a Débora boca arriba, notan que estaba totalmente deformada, y eso ocurrió antes de que ella intentara intubarla».

Campos enfatizó que «eso fue lo que se relató en el juicio y lo que dice -también- el informe del cuerpo médico forense». «Si tenemos en cuenta lo que la misma Débora nos cuenta en su autopsia y la secuencia en que se sucedieron los hechos, veremos que cuando la anestesista accedió a la vía aérea ya estaba perforada», insistió el experto.

Consultado sobre la posibilidad de que la lesión hubiera sido causada por alguna maniobra a cargo de la anestesista Puente, Campos indicó que «aunque pensáramos por un segundo que eso pudiera haber ocurrido, jamás habría entrado tanta cantidad de aire como la que presentaba el cuerpo».

«Con el instrumental que usan los anestesistas no se logra un ingreso de aire semejante, pero sin embargo sí hay investigaciones que demuestran que un endoscopio puede perforar. Es más: la perforación esofágica está descripta como una de las complicaciones posibles de las endoscopías digestivas», completó.