Newell’s debutó en la Superliga con un victoria por 2 a 0 frente a Central Córdoba de Santiago del Estero. El equipo hizo lo que tenía que hacer para conseguir los tres puntos y empezar con el pie derecho.
Éste es el uno por uno del conjunto leproso:
Alan Aguerre (6): Tranquilo en la salida. Se lo vio con mayor seguridad a raíz de contar con dos centrales de experiencia. No lo exigieron nunca.
Facundo Nadalin (6): Estuvo más firme y con más fuerza que el torneo pasado. Tuvo criterio en los cortes y en el la subida ofensiva por la banda derecha.
Cristian Lema (debut) (5): Aportó sencillez en la salida y el despejar en altura. Llegó para suplir una falta que había desde hace tiempo.
Santiago Gentiletti (debut) (6): Ordenó la defensa y condujo la saga a la hora de adelantarse o retroceder.
Mariano Bíttolo (5): Impreciso en momentos claves. Una molestia para el arquero leproso en cada salida.
Julián Fernández (debut) (7): Lento e impreciso en la marca. En distribución hizo una buena labor habiendo tenido 100% de efectividad en los pases a sus compañeros
Jerónimo Cacciabue (5): Correcto en ofensiva, muy al límite en defensa y retroceso.
Mauro Formica (6): Su calidad está intacta, pero lo técnico sólo ya no es suficiente.
Maxi Rodríguez (7.5): Es quien comanda el ataque. Decidió por dónde y cómo tenía que atacar el equipo.
Francisco Fydriszewski (4): Desentendido en muchas jugadas ofensivas. Carencia de criterio ofensivo y bajo desde lo físico.
Alexis Rodríguez (7): Desaparecido durante gran parte del primer tiempo, encontró un rebote muy difícil para abrir el marcador que le permitió a Newell’s irse ganando entretiempo.
Lucas Albertengo (debut) (7): Con olfato de goleador, entendió las proyecciones con su cabeza pero no su físico. Y apareció para marcar el segundo.
Angelo Gabrielli (debut) (6): no tuvo la proyección de Nadalin pero el centro le dio el segundo a Newell’s. Menos subidas, más efectivo.
Denis Rodríguez: No califica.
Frank Darío Kudelka (debut) (7): Los cambios modificaron la ecuación y el planteo fue el correcto frente a un rival de plantel nuevo y sin poderío ofensivo.