El ministro de Planificación y Ambiente de Chaco, Martín Nievas, afirmó este viernes que se sumarán tres proyectos a otros 120 que «se están desarrollando para la recuperación del bosque nativo en la provincia”.
Nievas dijo en declaraciones radiales: “Desde hace varios años en nuestra provincia están en vigencia políticas de conservación y recuperación del bosque, aunque de un modo más activo desde la gestión del gobernador Domingo Peppo”. También señaló que “entre los tres emprendimientos nuevos sumarán 400 hectáreas ubicadas en Roque Sáenz Peña, General Pinedo y Villa Berthet como parte del plan nacional de restauración de bosques nativos”.
El funcionario apuntó que “la decisión de financiar estos proyectos, que todavía no tienen definida la asignación de recursos, fue respaldada por el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema)”. En cambio aclaró que “continúa indefinida la aplicación de la ley N° 26331 de Bosques que prevé un Fondo Nacional de Bosques Nativos para compensar a las jurisdicciones por la conservación de sus bosques autóctonos y servicios ecosistémicos, como ocurre en Chaco”.
Por otra parte señaló que “hay productores forestales de Campo Largo, Charada, Pinedo, Las Breñas, Avia Terai y Corzuela que todavía no pueden ingresar a los predios a realizar las tareas de aprovechamiento debido al anegamiento de establecimientos por los excesos hídricos de abril y mayo”.
“Esta es la causa del desabastecimiento de materia prima en los hornos de carbón y aserraderos que tienen una actividad importante en esa zona con ocupación de mano de obra que ahora está inactiva”, acotó.
De acuerdo a información del gobierno provincial, Chaco tiene una superficie de 10 millones de hectáreas catastrales de las cuales 4.678.045 son de bosques nativos, entre las que hay 392.000 hectáreas en zonas rojas; 2,9 millones de hectáreas en zonas amarillas; y 1,3 millones de hectáreas en zonas verdes, según la tipificación de la Ley de Bosques.
Las zona roja comprende a sectores de muy alto valor de conservación que deben mantenerse como bosques, los lugares señalados en amarillo no pueden desmontarse pero podrán tener aprovechamientos sostenibles, y las áreas verdes son consideradas de bajo valor de conservación que pueden transformarse en forma parcial o total con previa evaluación de impacto ambiental.