El papa Francisco pidió perdón este miércoles por haber incurrido en «graves equivocaciones de valoración» en Chile, tras haber conocido las conclusiones de una investigación sobre abusos sexuales cometidos por el clero.
En una carta dirigida a los obispos chilenos, difundida por el Vaticano, el papa dijo que quiere convocarlos a Roma para abordar dicha investigación que había encargado y que incluye numerosos testimonios de víctimas.
Durante un viaje a Chile en enero, el pontífice defendió al obispo chileno Juan Barros, sospechoso de haber encubierto los abusos de un anciano cura pederasta.
El papa se declaró entonces convencido de la inocencia de Barros y pidió a las presuntas víctimas que aportaran pruebas para respaldar sus acusaciones.
En su misiva el pontífice no mencionó específicamente a Barros.
«En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada», escribió el papa en la carta dirigida a los 32 obispos chilenos.
«Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas», añadió.