La India lanzó hoy con éxito su misión Chandrayaan-2 al inexplorado polo sur de la Luna, el proyecto más ambicioso hasta ahora de la agencia espacial india y que hace una semana tuvo que ser abortado a una hora del despegue.
El lanzamiento de la misión lunar con el cohete GSLV Mark III se produjo como estaba programado a las 14.43 horas local (6.13 hora argentina) desde la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial de Satish Dhawan, en el sur del país, según mostró en directo durante la cuenta atrás la organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) e informó la agencia de noticias EFE.
«Estoy muy feliz de anunciar que el vehículo GSLV Mark III ha inyectado con éxito la Chandrayaan-2 en la órbita esperada», anunció entre aplausos el jefe de la ISRO, Kailasavadivoo Sivan, desde el centro de control de la agencia espacial.
Y añadió: «Este es el comienzo de una viaje histórico de la India hacia la Luna, con su aterrizaje en un lugar próximo al polo Sur, para llevar a cabo experimentos científicos».
También recordó cómo el primer intento, que había sido programado para la madrugada del pasado lunes 15, tuvo que ser suspendido por un problema en el sistema del vehículo de lanzamiento cuando faltaba apenas una hora para el despegue, algo que fue resuelto en 24 horas, remarcó el jefe de la ISRO.
Se trata de la segunda misión de exploración lunar de la India después de que su versión anterior, el Chandrayaan-1, fuera puesto en la órbita lunar en noviembre de 2008.
Esta misión pretende explorar el polo sur de la superficie lunar y descubrir más sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua.
La agencia espacial espera ahora que la aeronave se pose sobre la superficie lunar dentro de «48 días», después de recorrer los 384.000 kilómetros que separan la Tierra de la Luna.
De tener éxito, el Chandrayaan-2 convertirá a la India en el cuarto país miembro del club de naciones que tocaron la Luna, una hazaña lograda anteriormente por Rusia, Estados Unidos y China, y será el primer paìs en posarse en el polo sur del satélite.
La nación asiática cuenta con uno de los programas espaciales más activos del mundo y comenzó a colocar satélites en la órbita terrestre en 1999.