Una nuevo capítulo del enigmático caso de Emanuela Orlandi, la hija de un funcionario del Vaticano que desapareció misteriosamente en 1983, se abrió este sábado con la inspección de dos osarios descubiertos en un sótano del Cementerio Teutónico de la Santa Sede.
Se extrajeron osamentas que serán analizadas «a partir de este momento en el lugar por el profesor Giovanni Arcudi (especialista en medicina legal designado por el Vaticano), en presencia de un experto nombrado por la familia Orlandi, según los protocolos reconocidos a nivel internacional», indicó la Santa Sede.
Las tareas comenzaron a las 09 (07H00 GMT) en el subsuelo del Colegio Pontificio teutónico del Vaticano, agregaron, precisando que «por el momento no es posible prever el tiempo que será necesario para tener terminado el análisis morfológico de los restos hallados».
Este descubrimiento se añade al intento del papa Francisco de ayudar a la familia de Emanuela, una adolescente que desapareció del centro de Roma hace 36 años. Por ello familiares y representantes de la familia Orlandi fueron invitados a presenciar la inspección de los osarios descubiertos tras la exhumación hace una semana de unos restos solicitada por la familia, convencida de que la chica se encontraba allí.
El misterioso caso, que alimentó todo tipo de teorías en la década de 1980 al involucrar a jerarcas de la iglesia y a la mafia siciliana, genera de nuevo interrogantes.
La familia Orlandi no quiere dejar de seguir ninguna pista, en un intento de dilucidar qué le sucedió a la niña de 15 años, ciudadana del Vaticano, de la que se desconoce su paradero. «Queremos saber la verdad aún si es como arrojar sal a una herida abierta. No nos vamos a rendir», declaró Pietro Orlandi, hermano de la desaparecida, quien batalla desde hace décadas.