El astrónomo aficionado rosarino que descubrió una supernova habló con CLG sobre la misión Apolo 11, que hoy cumple 50 años
Por Matías Gregorio
Hace exactamente cinco décadas, el hombre llegaba por primera vez a la Luna. La misión Apolo 11 culminaba el 20 de julio de 1969 un viaje que marcaría un antes y un después en la historia mundial. El alunizaje fue retransmitido por televisiones de todo el mundo y se convirtió en uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX.
Todo comenzó el 16 de julio de 1969, cuando salió el cohete Saturno V desde Cabo Kennedy (Florida). El 20 de julio la misión de la Nasa arribó a destino con el comandante Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr. y Michael Collins. El 24, los astronautas regresaron.
Este sábado la aventura espacial concretada en medio de la Guerra Fría entre el bloque occidental capitalista liderado por Estados Unidos y el bloque oriental comunista encabezado por la Unión Soviética, cumple medio siglo.
En Rosario, el aniversario también genera muchos recuerdos y sensaciones. «Fue inolvidable, todavía recuerdo cada momento de ese día». Víctor Buso, el cerrajero que de noche oficia de astrónomo aficionado y que en septiembre de 2016 descubrió el nacimiento de una supernova, rememoró aquellos días en diálogo con CLG y analizó el futuro de las investigaciones espaciales.
«Tenía diez años y recuerdo que estaba jugando en el comedor de una casa que alquilaban mis padres. Era una habitación grande que teníamos dividida en dos, una parte era comedor y cocina y en la otra estaban los dormitorios. Eran aproximadamente las 11 de la noche. En ese momento mi mamá estaba recostada en mi cama y me llamó para que vaya a la pieza. Yo tenía un televisor en blanco y negro a los pies de mi cama. Cuando entré la vi llorando, entonces le pregunté qué pasaba. Y me dijo ‘vení conmigo, que este momento no te lo vas a olvidar nunca más en la vida’. Y efectivamente así fue. Me recosté con ella, me abrazó y me dijo ‘quedate a mirar cómo el hombre va a pisar por primera vez la Luna’. Y ella no era una persona profesional de la materia, trabajaba de ama de casa, pero se daba cuenta de lo que significaba este logro para la humanidad», contó Buso con lujo de detalles.
Meses después del logro de la Nasa comenzaron a publicarse las primeras sospechas que apuntaban a un montaje de las imágenes difundidas al mundo. En 1974, el escritor estadounidense Bill Kaysing publicó “Nunca llegamos a la Luna” y desde entonces las dudas reaparecen en cada aniversario con nuevas publicaciones y documentales. Los que niegan la llegada del hombre a la luna identifican contradicciones entre el relato oficial y las imágenes difundidas.
Víctor se sumó al debate: «A lo mejor hubo algo, pero que se llegó, se llegó. Es comprobable. Aparte la competencia, ya sean los rusos o los chinos, lo hubieran dicho. Quizás se montó algo para salir del apuro, Hollywood y Estados Unidos siempre han trabajado mucho en conjunto. De cierta manera fue una carrera, aunque los primeros en llegar al espacio fueron los rusos, poniendo un satélite para las comunicaciones en órbita y realizando la primera caminata espacial. Había una preocupación y competencia constante entre las potencias».
«Para mí, que me dedico a la ciencia, es algo que no me inquieta, porque fue maravilloso lo que lograron», sostuvo el astrónomo.
Los pasos de Armstrong y compañía fueron seguidos por otras cinco expediciones de la Nasa en los años siguientes, hasta diciembre de 1972, cuando Eugene Cernan cerró el ciclo de los alunizajes. Después de él, ningún ser humano ha vuelto al satélite natural de la Tierra en más de 46 años.
Si bien en mayo la Nasa anunció que en 2024 volverá a la Luna con una misión tripulada llamada Artemisa, que llevará por primera vez a una mujer a pisar la superficie del satélite natural, la nueva apuesta espacial supuso para muchos una pregunta: ¿por qué ni Estados Unidos ni ningún otro país volvió a enviar humanos a la Luna en casi medio siglo?
«Son cosas que llevan largo tiempo. Hay que comprender que esto recién comienza, si lo miramos a escala humana desde que surgió la especie hasta ahora. Se trató del comienzo del futuro, porque la humanidad tiene que trabajar a escala planetaria. Vivimos mirando el piso, cuando tenemos todo el universo para explotar. Si bien para que eso llegue falta mucho, hay que considerar que son los primeros pasos que da la humanidad», contestó Buso, y amplió: «Tengo una visión muy optimista de todo esto y soy proclive de que se siga investigando. Hay que pensar en la universalidad de la especie humana».
«Cuando uno se dedica a esto es más consciente del mundo que te rodea, del significado que tiene este granito de polvo en el universo y que quizás estamos explotando. Se debería enseñar más sobre la temática porque es el futuro inminente que se viene. De hecho, los países más desarrollados del mundo están trabajando en esto con grandes misiones espaciales», opinó quien fue tapa de las principales revistas científicas de todo el mundo cuando desde la terraza de su casa captó la mayor explosión que puede ocurrir en el espacio, cuando las estrellas muy grandes llegan a su final.
Víctor habló sobre la labor de los argentinos en la histórica misión, una parte de la historia no tan conocida: «Han trabajado mucho más de lo que se piensa en todo el desarrollo de Apolo 11. Fueron contratados por la Nasa en distintas especialidades. Hay gente que trabajó diseñando los trajes especiales y otros en la parte radial, donde un cordobés que falleció hace poco tiempo fue uno de los encargados de diseñar la conexión».
Por otra parte, cuestionó el pensamiento de mucha gente que sostiene que realizar este tipo de trabajos es derrochar el dinero, al argumentar que las investigaciones también «dan mucho trabajo», y que «es inimaginable todo lo que se ha logrado con las exploraciones espaciales para el beneficio de la gente».
«La Luna fue de lo primero que observé, se trató de mis primeras experiencias. Ahora, a nivel científico, pasó a ser algo romántico, porque uno ya ni siquiera mira los planetas, sino otras galaxias tratando de comprender lo que pasa en el resto de los sistemas estelares», expresó el hombre que desde chico se interesó por el universo.
Además, contó que ahora se están buscando planetas en otras estrellas: «Llegarán unos telescopios súper gigantes que superan en 4 o 5 veces el tamaño de los más grandes actuales y lo que harán será estudiar los exoplanetas para saber dónde se puede detectar clorofila. Si hay, significa que hay plantas, es decir, que hay vida. Hacia esos lugares van a dirigir las futuras misiones espaciales para no perder tiempo explorando planetas sin sentido».
Por último, señaló que la coincidencia entre la llegada del hombre a la Luna y el Día del Amigo, que se celebra en la misma fecha en buena parte de Sudamérica, simboliza de manera perfecta «la hermandad de la humanidad».
«El 20 de julio de 1969 fue el comienzo de la aventura espacial de esta especie, y estoy seguro de que lo que vendrá será extraordinario», concluyó Buso.