La combinación de dos técnicas de control de mosquitos tigre demostró ser eficaz para eliminar casi totalmente a estos insectos portadores de enfermedades como el dengue y el chikunguña, en un estudio realizado en dos lugares de China cuyos resultados fueron publicados el miércoles.
Los investigadores irradiaron a los mosquitos hembra para esterilizarlos e infectaron a los machos con bacterias que les impidieron reproducirse con hembras no infectadas, explicaron en la revista Nature.
Este experimento representa «un importante paso adelante y demuestra el potencial de esta nueva herramienta», dijo Peter Armbruster, profesor de biología de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, en un comentario sobre el estudio.
El equipo de investigadores dirigido por Zhiyong Xi, de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y de la Universidad Sun Yat-sen de Cantón (China), llevó a cabo su experimento durante dos años en dos islas situadas en ríos cercanos a esta ciudad del sur de China. La región tiene una de las tasas más altas de transmisión de dengue del país.
Como resultado, el número medio de hembras -son las que pican a los seres humanos y, por lo tanto constituyen una amenaza de transmisión de los virus que portan- descendió entre 83% y 94%, y pasaron hasta seis semanas sin que se capturara a ningún ejemplar. Y el número de picaduras reportadas por los habitantes de la zona disminuyó en un 97%.
El mosquito Aedes aegypti, o mosquito tigre, es el principal vector del dengue, el virus Zika, el chikungunya y la fiebre amarilla. Es responsable de la infección de millones de personas en todo el mundo cada año.
Las medidas utilizadas habitualmente para controlar su proliferación y las epidemias que transmite (repelentes, mosquiteros) están llegando a sus límites debido a la adaptabilidad de esta especie, que se desarrolla principalmente en zonas urbanas y tiene la particularidad de picar durante el día.