Política y Economía

Tratado con Irán

Alberto Fernández y una citación con tinte de zafarrancho


Nuevamente el juez Claudio Bonadio, en el marco de lo que parece ser una extensa campaña mediática-judicial que mucho se le parece a la tarea de allanar el camino al oficialismo con miras a las próximas elecciones, ha citado a declarar hoy, en calidad de testigo, al precandidato a presidente por el justicialismo, Alberto Fernández.

Una citación innecesaria, que no aportará nada a la causa y que tiene más sabor a campaña que a otra cosa.

El hoy precandidato a presidente había dicho en su momento en el programa de Nelson Castro que no estaba de acuerdo con la firma del Tratado con Irán y que la misma firma del acuerdo tenía algunas implicancias. Pero la declaración, como tantas otras que se hicieron por entonces en el mismo sentido de cuestionar el tratado, Fernández las hizo cuando no era funcionario.

Por otra parte, cabe recordar que el Tratado en realidad nunca entró en vigencia, que las capturas contra los iraníes acusados de participar en el atentado nunca fueron levantadas y lo más importante: las declaraciones de Alberto Fernández en un programa de televisión se realizaron en el año 2015, por lo que llama la atención que se cite a declarar al precandidato presidencial tres años después y en vísperas de elecciones.

Se trata de una declaración testimonial, pues debe aclararse debidamente, Alberto Fernández no está acusado de nada, sin embargo, pareciera formar parte de una serie de hechos, ampliamente difundidos por la prensa que adhiere a la política del gobierno, con fines bastante claros: impedir el retorno del justicialismo al poder.

Mientras tanto, y mal que les pese a algunos, la realidad no puede ser soslayada y es una realidad que pesa mucho sobre los argentinos no obstante los esfuerzos por disimularla de ciertos sectores: desempleo, magros salarios, paralización de la economía, inflación, recesión, pobreza, hambre y auge del delito.

Es decir, una buena parte de la dirigencia oficialista y sus aliados sigue empecinada en arreglar la caja, pero no en ponerle contenido; entusiasmada en las formas de mantener el poder, pero no en el fondo de la cuestión que es arreglar un estado de cosas que aflige.

La citación de Bonadío tres años después de los dichos de Fernández y en la puerta de elecciones, era innecesaria, no aportará nada y en la mente de muchas personas queda la sensación de que solo se trata de un zafarrancho electoral.