Al menos siete menores murieron al explotar varias minas que habían sido colocadas por el grupo islamista radical Estado islámico (EI) en una aldea de la provincia oriental siria de Deir Ezzor, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, con sede en Londres y una amplia red de colaboradores in situ, precisó en un comunicado reproducido por la agencia EFE que los menores pertenecían a dos familias diferentes y murieron por la explosión de minas remanentes del conflicto en la aldea de Deblan, hoy bajo el control de Damasco.
Los nuevos decesos elevan a 114 el número de víctimas por la detonación de minas y artefactos explosivos improvisados (IED) desde el pasado febrero sólo en tres provincias de la franja centro del país, según datos del Observatorio. De ellos, 30 eran menores.
Las Fuerzas de Siria Democrática, una coalición de milicias liderada por kurdos, derrotó al EI el pasado 23 de marzo al hacerse con el control de su último bastión en la provincia de Deir Ezzor.
Los kurdos fueron arrebatando territorios al EI desde que en 2017 conquistaron Al Raqqa, la capital de los yihadistas en Siria, hasta provocar la caída del califato en marzo.
Pese a que el Estado Islámico viene sufriendo derrota tras derrota, miles de yihadistas continúan aún actuando en diferentes puntos de la provincia y al otro lado de la frontera, en Irak.
Decenas de miles de miembros de familias de yihadistas se encuentran en campos de refugiados en esa zona del país bajo control kurdo.