Los palestinos de la Franja de Gaza terminaron hoy de enterrar a los muertos por disparos del Ejercito israelí en la protesta de ayer, mientras centenares de heridos son atendidos en deficientes hospitales que no podrán hacer frente a una situación de emergencia sostenida.
«Ha habido 10 mártires y 1.354 heridos, incluidos 491 heridos de bala y explosivos, 33 de los cuales se encuentran en estado grave», aseguró Asraf al Qedra, vocero del Ministerio de Salud en Gaza.
Los 10 muertos de La Gran Marcha del Retorno de ayer se suman a los 22 fallecidos en la manifestación del 30 de marzo, cuando comenzó esta movilización junto a la frontera de la Franja de Gaza con Israel.
Entre las dos manifestaciones, 800 personas resultaron heridos por munición, según el Ministerio de Salud palestino.
En el hospital de Shifa, el principal de Gaza, ayer recibieron en urgencias a más de 200 personas en un intervalo de cuatro horas, la mayoría con hemorragias que necesitaban transfusiones inmediatas, explicó a la agencia de noticias EFE el enfermero Hussam Al Yasar, que como todo el personal del centro fue movilizado ante la previsión de la protesta.
El Ministerio de Salud palestino advirtió hoy del drástico déficit de sus principales componentes operativos, como medicinas, suministros médicos y personal quirúrgico especializado (cardiovascular y ortopedia).
El doctor Ashraf Abu Mahadi, director general de Cooperación Internacional del Ministerio, mandó una carta en la que solicitó a las ONG y la comunidad internacional ayuda urgente y práctica para evitar «una grave catástrofe humanitaria y atender la situación calamitosa».
Al Yasar aseguró que no tendrán suficiente suministro en el banco de sangre si cada semana se repite un número de heridos similar.
Además, el hospital de Shifa, en visible estado de deterioro, no ha sido renovado en décadas y cuenta con un equipamiento obsoleto por las restricciones en las mercancías que impone el bloqueo israelí.
Uno de los muertos es el fotoperiodista Yaser Murtaya, que cubría las protestas, que estaba claramente identificado como tal y llevaba un chaleco antibalas con la inscripción Prensa, informaron medios palestinos.
Según el sindicato de periodistas, seis reporteros resultaron heridos en las protestas de ayer. El Ejército israelí aseguró en un comunicado que «no dispara intencionadamente a periodistas», que «se está investigando», y que desconoce «las circunstancias en las que supuestamente se hirió a informadores».
Asimismo, el Ejercitó israelí insistió en que responde «de forma precisa y contenida» y «opera contra la organización terrorista Hamas» -que reivindicó la semana pasada la afiliación de algunos de los fallecidos- y contra «intentos de dispararles explosivos en la valla, lanzamiento de granadas, bombas incendiarias, piedras y pantallas de humo».
Por su parte, Hamas anunció hace dos días que compensaría con 3.000 dólares a las familias de «los mártires», como denominan a los que mueren en enfrentamientos con Israel.
Desde que se inició la Gran Marcha del Retorno, que continuará hasta el 15 de mayo, han muerto 32 palestinos, tanto en protestas como en incidentes violentos en la valla, y en la movilización para reclamar el derecho al retorno de los refugiados palestinos a los hogares que abandonaron tras la creación del Estado de Israel, en 1948.
El pasado viernes 30.000 gazatíes acudieron a la frontera con Israel, y ayer lo hicieron otros 20.000 en cinco puntos de Gaza, donde se han levantado simbólicos campamentos permanentes y se celebran actividades durante la semana.
Entretanto, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), pidió hoy la apertura de una investigación internacional sobre los «crímenes israelíes» y criticó la postura de Estados Unidos respecto a las protestas palestinas en Gaza.
«Seguiremos persiguiendo nuestros derecho en foros internacionales a través de esfuerzos legales pacíficos y políticos, hacia la apertura de una investigación inmediata sobre los crímenes israelíes», declaró el secretario general de la OLP, Saeb Erekat, en un comunicado citado por medios locales.
Erekat aseguró que los palestinos presentarán «archivos de criminales de guerra israelíes a la Corte Penal Internacional (CPI) y otros organismos de la ONU para proteger sus derechos, garantizar protección internacional y hacer a la ocupación israelí responsable de sus sistemáticas y persistentes violaciones del derecho internacional».
A pesar de las denuncias de ONG y peticiones de la ONU y de países europeos por los disparos a manifestantes desarmados para que se abra una investigación, Israel insiste en su «política de defensa» y en que no «permitirá a nadie cruzar» la valla, acercarse a ella, ni poner en peligro la seguridad de sus ciudadanos».