El presidente Mauricio Macri afirmó hoy que el acuerdo Mercosur-Unión Europea «lo logramos porque apostamos a dialogar, a construir buenas relaciones», y aseguró que de esa forma «se abre un enorme futuro por delante».
Además, subrayó que hay que respetar «las reglas del juego» y pidió bajar impuestos municipales y provinciales así como el impuesto al cheque, la retenciones y otros «impuestos distorsivos».
En un acto en ciudad bonaerense de Las Flores, en la ruta 3, donde recorrió el avance de las obras que la transformarán en autopista, el Presidente destacó además el rol del «diálogo» para alcanzar acuerdos.
Repasó así que primero hubo un acuerdo en el Mercosur, para lo cual hubo que «restablecer las relaciones con Uruguay, que habían sido dinamitadas con el problema de las pasteras».
«Con (el presidente de Uruguay) Tabaré (Vázquez) arreglamos en 10 minutos todos los problemas que hubo en 10 años», graficó el jefe de Estado, quien estuvo acompañado por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Macri recordó también los problemas con los «paraguayos, que los habíamos querido expulsar del Mercosur por un tema de ellos, y con los brasileros también, había siempre tensiones, y ahí hicimos un equipo, y dijimos esto es bueno para todos y tenemos que sacarlo».
También mencionó «las simpatías que construimos» con países de Europa, respecto a los que consideró que «se enamoraron de nosotros, de los buenos anfitriones que somos», e hizo hincapié en la Cumbre del G20 organizada por la Argentina el año pasado.
«Este acuerdo (con la UE) abre una ruta que si la recorremos como corresponde vamos a poder crecer mucho», enfatizó el Presidente, y explicó que el acuerdo «es bueno porque vamos a poder vender más productos a muchas más gente: hoy vendemos a 40 millones, y este es un mercado de 500 millones de personas».
Asimismo, advirtió que «al tener un acuerdo en conjunto vamos a respetar las reglas de juego» y «a ser transparentes en los convenios y en las licitaciones», de modo que «muchas empresas que están en Europa se van a animar a venir a producir productos para exportar».
Macri recordó además que «solamente Nigeria y Sudán eran países más cerrados en su economía que la Argentina» y dijo que «cerrarse nos llevó a la pobreza, a la exclusión, al no crecimiento».
El presidente consideró que «entre el 2011 y el 2015 fueron los años de mayor destrucción de la industria en la historia de nuestro país porque tuvimos el cepo (cambiario) que destruyó las exportaciones y así 6000 empresas dejaron de exportar».
«Tuvimos -señaló- controles de todo tipo, con este señor tan simpático que parecía (Guillermo) Moreno (secretario de Comercio de la gestión kirchnerista), que se hizo famoso mundialmente con los líos que armó, y sus viajes a Angola, que eso no era justamente abrir mercados».
En otro tramo de su discurso, Macri dijo que «si no bajamos los impuestos, los municipales, los provinciales, si no terminamos de sacar el impuesto al cheque, las retenciones definitivamente, y todos los impuestos distorsivos que tenemos, va a ser difícil que nuestras empresas puedan competir, ganar mercados y generar empleo».
Paralelamente, el jefe del Estado reclamó por «el tiempo de transporte que genera un costo que lo saca del mercado» porque «cuesta más caro».
En ese camino, insistió en que «es importante luchar contra los comportamientos mafiosos que todavía existen en la Argentina, porque cada vez que alguien se quiere apropiar del trabajo del otro lo arruina».