El gobierno de Nicolas Maduro confirmó que un militar que había sido detenido por los servicios de inteligencia y estaba detenido murió el sábado y le pidió a la Fiscalía Nacional una investigación, apenas horas después de que el presidente interino designado por la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, denunciara que había fallecido tras ser torturado.
En un comunicado difundido en la noche, el gobierno informó que el presidente Maduro se comunicó con el fiscal nacional Tarek Saab para pedirle «una completa y exhaustiva investigación» sobre la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, a la que calificó como «lamentable».
«Esperamos que la actuación expedita del Ministerio Público proporcione expedita respuesta a la solicitud hecha por el presidente (…) en aras de preservar la paz y el buen desarrollo de la justicia», agregó el texto, citado por la agencia de noticias EFE.
Según medios cercanos a la oposición, Acosta Arévalo había sido detenido el 21 de junio pasado por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Ningún funcionario confirmó su detención ni dio explicaciones en ese momento.
Una semana después, el miércoles pasado, el gobierno informó que había desactivado un intento de golpe de Estado y Tarek Saab aseguró que estaba investigando si Acosta Arévalo formaba parte del plan contra la máxima cúpula chavista.
Ni bien el gobierno confirmó que el oficial detenido había fallecido, Guaidó volvió a condenar la muerte del militar y llamó a las fuerzas armadas a desconocer al gobierno de Maduro y a sumarse a sus esfuerzos para ejercer la Presidencia.
«Confirmamos el asesinato del capitán de corbeta Acosta Arévalo, habíamos denunciado el día martes su desaparición, junto a otros 6 oficiales, y hoy se confirma su asesinato luego de haber sido torturado brutal y salvajemente», aseguró Guaidó en un mensaje transmitido por sus redes sociales.
https://twitter.com/Presidencia_VE/status/1145156147843874818
Guaidó fue reconocido como el presidente legítimo de Venezuela por más de 50 gobiernos de países de todo el mundo, incluida Argentina, pero no ha logrado quebrar la unidad de las fuerzas armadas ni su lealtad al presidente Nicolás Maduro.
Pese a ello, sigue llamando a movilizaciones en todo el país para desconocer al gobierno chavista y convocar a elecciones presidenciales libres y transparentes.