Venezuela liberó este sábado y ordenó la deportación de 59 colombianos que estuvieron tres años presos bajo la acusación de haber formado parte de una célula «terrorista y paramilitar» que planificó una manifestación antigubernamental en Caracas.
Los 59 deportados, más otros tres expulsados por el gobierno de Nicolás Maduro, llegaron este mediodía a la ciudad colombiana de Cúcuta, después de cruzar el Puente Internacional Simón Bolívar, donde fueron recibidos por autoridades de Migraciones y trasladados a un centro sanitario para verificar su estado de salud, informó El Tiempo.
Más temprano, Alfredo Romero, presidente de la ONG Foro Penal, había dicho a la agencia Ansa que los colombianos, considerados por el antichavismo como «presos políticos», salieron esta mañana desde su lugar de detención en La Yaguara, al oeste de Caracas, con destino a la localidad fronteriza de Táchira. Añadió que luego se les hará cruzar la frontera y se les entregará a las autoridades colombianas.
La liberación de estos 59 colombianos se produjo días después de la visita a Venezuela de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien al finalizar su estadía en Caracas pidió por los presos políticos.
Según Romero, estas personas son «simples colombianos», algunos de los cuales vivían en Venezuela desde hace 30 años, y que fueron detenidos para «construir una narrativa» de agresión internacional contra la administración del presidente Nicolás Maduro.
Los 59 colombianos fueron detenidos en agosto de 2016 antes de una manifestación opositora que se conoció como la «toma de Caracas» y reclamó medidas para acabar con la crisis social y económica de Venezuela. Maduro los acusó entonces de ser «mercenarios» y «paramilitares» que hicieron campamento a solo 500 metros del palacio presidencial de Miraflores.
«Fue un trabajo arduo de casi tres años para lograr la libertad de estas personas inocentes”, dijo el abogado de los colombianos, Sergio Aranguren, en una declaración en Cúcuta.